El consejero delegado de Vodafone España, Antonio Coimbra, presidirá también el Consejo de Administración de Ono, tras la finalización de la compra este miércoles.
Una operación que, sin embargo, ya había sido aprobado a principios de mes por la Comisión Europea y cuyo importe ascendió a 7.200 millones de euros para mejorar la capacidad de la compañía por la fibra óptica y adquirir know-how en el sector de la fibra óptica y el 4G.
No obstante, no será hasta el 1 de septiembre cuando Coimbra se incorpore al Consejo de Administación de Ono, por lo que Rosalía Portela, la todavía consejera delegada de la compañía, seguirá manteniendo este mismo cargo, para pasar posteriormente a asesorar al nuevo consejero delegado.
Así, Coimbra además de presidente ocupará la función de consejero delegado de Ono, sobre la que se idea que se convierta en la filial española de fibra de la compañía británica. Uno de los objetivos al respecto de Vodafone es unificar esfuerzos y servicios para el cliente con telefonía, Internet y televisión en anchos de banda ultrarrápidos.
El número de clientes que se podrían beneficiar de ello sería de cerca de 15 millones en telefonía móvil; 1,5 millones en fibra óptica; 1 millón más en ADSL y más de 700.000 en televisión.
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