Este documento tiene como objetivo servir de guía a la industria en la toma de decisiones y en la compra de nuevos dispositivos tecnológicos. Para ello, los autores remarcan la importancia de analizar su rentabilidad, desde una perspectiva más amplia que el simple ahorro económico, y de acompañar esta tecnología con una correcta infraestructura y […]
Dirigentes Digital
| 13 ene 2016
Este documento tiene como objetivo servir de guía a la industria en la toma de decisiones y en la compra de nuevos dispositivos tecnológicos. Para ello, los autores remarcan la importancia de analizar su rentabilidad, desde una perspectiva más amplia que el simple ahorro económico, y de acompañar esta tecnología con una correcta infraestructura y suficientes recursos humanos.
Las unidades de ictus móviles ocupan el primer lugar de este Top 10. Probadas con éxito en Houston y Cleveland (Estados Unidos), se prevé su extensión a otras ciudades y países en un corto espacio de tiempo. Estas unidades están dotadas de la última tecnología (algunas cuentan con las Google Glass y otras novedades que mejoran la asistencia a pacientes) y de profesionales especializados en esta enfermedad y realizan funciones de diagnóstico y tratamiento precoz en el ictus, posibilitando en muchos casos la administración tPA (está indicado entre las tres y 4,5 horas posteriores a la aparición de este accidente cardiovascular).
En segundo lugar, se encuentra la ciberseguridad, que se ha convertido en una prioridad para la industria tras la alerta emitida en 2015 por la FDA como consecuencia del ‘hackeo’ de una bomba de infusión, y la creciente preocupación por la posibilidad de que dispositivos médicos sean ‘pirateados’ y sus datos hechos públicos.
Según ECRI, el riesgo de ‘hackeo’ obliga al sector a desarrollar políticas y procedimientos para garantizar la seguridad y la inviolabilidad de los datos. Tal y como explica el presidente de la Sociedad Española de Electromedicina e Ingeniería Clínica (SEEIC), Jesús Lucinio Manzanares Pedroche, el Instituto ECRI califica este problema como prioritario y defiende la necesidad de tecnología útil para la gestión de alertas, de ahí su aparición en el último ‘Top 10 Health Technology Hazard’".
Otras innovaciones tecnológicas siguen la senda iniciada en el Top 10 de 2015. En el informe publicado el año pasado, el Instituto ECRI ponía de manifiesto el esperado crecimiento de las ‘app’ y los ‘wearables’ orientados al control de la salud. En este sentido, los autores del informe hacen hincapié en la rápida adaptación de esta tecnología a la vida diaria de los usuarios y defienden las enormes posibilidades que ofrecen para los pacientes que sufren alzhéimer, diabetes, epilepsia, enfermedades del corazón y úlceras de presión.
Si en 2015 los robots desinfectantes ocupaban el primer puesto de la lista de Top 10, este año los desinfectantes de luz ultra-violeta con LED se han colado en el quinto lugar, mientras que la maquinaria de cirugía robótica lo ha hecho en el séptimo. Ambas mejoran la seguridad y calidad asistencial en el quirófano y permiten reducir el riesgo fallecimientos por bacterias responsables de 100.000 muertes al año y de unos costes superiores a los 30.000 millones de dólares en Estados Unidos.
"Las infecciones adquiridas en los hospitales siguen produciendo, anualmente, miles de muertes en nuestro país. Por lo tanto, todos los avances que se produzcan para combatirlas contribuirán a mejorar la salud de los pacientes, así como a reducir los costes generados por estas complicaciones", señala Manzanares.
La lista de Top 10 la completan los nuevos marcapasos (un 10% más pequeños que los convencionales, libres de plomo y más seguros ante posibles ‘pirateos’ informáticos), los medicamentos cardiovasculares de última generación, la nueva maquinaria de tomografía computorizada, los hidrogeles bioabsorbibles, que neutralizan la toxicidad de algunos tratamientos como la quimioterapia, y los sistemas de perfusión para mejorar la recepción de los órganos de donantes.