A la caza del ‘bueno, bonito y barato’, esta experta detalla que el enfoque de los fondos Oyster European Opportunities y European Selection es bottom-up, fundamental y de largo plazo, con un horizonte de entre tres y cinco años, que prima la selección por sectores. "Buscamos buenas compañías, de calidad, dentro de una industria, en las que invertir sin pagar de más", afirma.
Para ello, y mediante un concienzudo proceso de análisis y selección que puede durar de seis a ocho semanas, someten a los distintos valores a tests de estrés que los sitúan en el peor escenario posible y miden su capacidad de ‘supervivencia’.
Concretamente, a la hora de medir la calidad de una compañía debe contar con una ventaja competitiva en su sector, así como un "balance fuerte". Al mismo tiempo, la valoración atractiva gira en torno a la "capacidad de generación de flujo de caja" (indicador más difícil de manipular que los ingresos) y al "sentimiento negativo que rodee a su país y/o industria, o por cuestiones cíclicas o específicas por su negocio".
Y es que, recuerda las palabras del multimillonario inversor Warren Buffett: "Las grandes oportunidades de inversión se producen cuando compañías excelentes se ven rodeadas de circunstancias inusuales que causan errores en su valoración".
Así, por ejemplo con el pesimismo que ha rodeado al petróleo y los emergentes, han apostado por valores como Amec FW, TGS Nopec, Vopak o AP Moeller en energía; o Swatch, Julius Baer, Aggreko, Ashmore, Aberdeen AM, Burberry, Prudential o Duffy ante el lastre que para ellos ha supuesto su exposición a las economías en desarrollo.
Por sectores, prima consumo, financiero (no bancos) e industriales; y la exposición es mínima a telecomunicaciones, utilities y tecnología de la información. Y si algo sale mal, su consejo es claro: "No entrar en pánico, ni vender de forma inmediata".
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