Desde la mitad de los años 40 a la mitad de los 60, fue la época de nacimiento de los "baby boomers"; después vino la llamada Generación X, entre los 60 y los 80, punto de inflexión a la "generación del milenio", aquellos que nacieron entre 1980 y el año 2000. Un periodo que quedó […]
Dirigentes Digital
| 30 jul 2014
Desde la mitad de los años 40 a la mitad de los 60, fue la época de nacimiento de los "baby boomers"; después vino la llamada Generación X, entre los 60 y los 80, punto de inflexión a la "generación del milenio", aquellos que nacieron entre 1980 y el año 2000. Un periodo que quedó inaugurado por la presidencia de Ronald Reagan, quien dio los primeros pasos de la desregulación que caracterizaría la economía estadounidense en años venideros, unos años de marcado crecimiento económico. Veamos qué tal le va a esta generación nacida en la abundancia. Pues no muy bien.
Según un informe de Wells Fargo, cuatro de cada diez miembros de la también llamada "Generación Y" están saturados por las deudas y más de la mitad viven al día. Los principales lastres a su bolsillo son las tarjetas de crédito, las hipotecas y los créditos universitarios. En un segundo plano se encuentran los créditos dedicados a la compra de coche o al gasto sanitario. Una situación que se agrava en el caso de las mujeres debido a la desigualdad salarial, lo que hace que vean su futuro profesional con más incertidumbre. Según esta encuesta, el ingreso medio de la generación masculina del milenio es de $82.000 al año, mientras que en el caso de las mujeres del milenio es de $62.000. Unas cifras que se contemplan solo en el caso de los graduados universitarios; los ingresos de aquellos que no tienen un título universitario, ya sean hombres o mujeres, no superan los $45.000 al año.
Si hablamos de ahorrar de cara a la jubilación, con tanta deuda, complicado. Aunque el 80% de los encuestados es consciente de la importancia del ahorro, solo el 55% lo pone en marcha.
En cuestión de movilidad, la cosa no mejora. Estados Unidos siempre se ha conocido por la poca pereza que tienen sus habitantes a la hora de cambiar de estado cuando se trata de buscar empleo, sobre todo los adultos menores de 35 años – tradicionalmente la parte de la población más dinámica desde el siglo XIX. Pues bien, con el siglo XXI, los "millennials" se muestran cada vez más reticentes a la hora de meter la ropa en una maleta y marchar al otro lado del país. Una falta de movilidad que, a la larga, podría ralentizar el crecimiento tanto en el mercado de trabajo como en el mercado inmobiliario.
En cifras, entre marzo de 2012 y marzo de 2013, solo un 20,2% de los trabajadores entre 25 y 34 años cambiaron de residencia – se trata del porcentaje más bajo desde el año 1947, justo dos años después de la segunda guerra mundial. Economistas y demógrafos explican este cambio por una combinación de trabajos mal pagados y el creciente peso de la deuda universitaria. Sin embargo, ante tanta cifra negativa, si hay algo que caracteriza esta generación en comparación con otras generaciones es el optimismo. El documento de Wells Fargo asegura que el 72% confía en que serán capaces de ahorrar lo suficiente para tener el estilo de vida al que aspiran; en unas décadas se podrá saber qué porcentaje ha conseguido este objetivo.