El ex presidente del Gobierno español por el PSOE había anunciado el mes pasado su intención de ir a la República Bolivariana de Venezuela el 17 de mayo para asistir a la defensa de los líderes de la oposición Leopoldo López y Antonio Ledezma. El régimen ha reaccionado a la intervención de González diciendo que […]
Dirigentes Digital
| 11 may 2015
El ex presidente del Gobierno español por el PSOE había anunciado el mes pasado su intención de ir a la República Bolivariana de Venezuela el 17 de mayo para asistir a la defensa de los líderes de la oposición Leopoldo López y Antonio Ledezma.
El régimen ha reaccionado a la intervención de González diciendo que éste participa de una campaña de "guerra psicológica" para perturbar la paz del país siguiendo órdenes de Estados Unidos.
López y Ledezma fueron encarcelados por el Gobierno de Nicolás Maduro (heredero del militar que creara el llamado "socialismo del siglo XXI", Hugo Chávez) bajo los cargos de complot, terrorismo y homicidio.
Rebelión
Leopoldo López, un político formado en Harvard y coordinador del partido Voluntad Popular, lideró las protestas callejeras de 2014, en las que murieron más de 40 personas.
El Gobierno dijo que esas manifestaciones eran parte de una estrategia de desestabilización, supuestamente montada por Estados Unidos, y por ello mandó a López a la cárcel en febrero del año pasado.
Antonio Ledezma, alcalde de Caracas por el partido Alianza Bravo Pueblo, también fue acusado de conspirar contra el presidente y planear un golpe de Estado. Por ese motivo, tuvo el mismo destino que López, la cárcel militar de Ramo Verde, en febrero de este año.
Los opositores dicen que el país vive bajo una dictadura y que sus manifestaciones son en favor de la democracia, contra las restricciones a la libertad y contra la escasez de alimentos y remedios.
Juicio
López y Ledezma son objeto de un juicio en el tribunal 28 de Carcas, que ha sido muy cuestionado por organismos internacionales de derechos humanos. El expresidente del Gobierno español, que defendió a presos políticos durante la dictadura de Augusto Pinochet, se ha solidarizado con ellos.
"Ahí tienen a Felipe González, lobbysta, que se ha incorporado abiertamente ganando un sueldo muy grande en euros a la campaña contra Venezuela, apoyar el golpe contra Venezuela, el golpe contra mí", dijo Maduro tras conocer las intenciones de González de defender a López y Ledezma.
Tras las palabras de Maduro, la Asamblea Nacional venezolana calificó al español persona "non grata". "No tiene facultades ni para ejercer la abogacía en Venezuela ni para entrometerse en los asuntos internos de Venezuela. Le recomiendo que si le fue mal en su otro negocio, que se rebusque la vida de otra forma", agregó la canciller venezolana Delcy Rodríguez.
La Fiscalía de Venezuela también se opuso a que el socialista español defendiese a Leopoldo López porque «lo que pretende es victimizar» al líder opositor, dijeron.
Apoyo internacional
"No nos hemos tirado a una piscina sin agua", respondió González. La defensa de los opositores ha estudiado el ordenamiento jurídico venezolano y, "desde el respeto" a las leyes y a la Constitución bolivariana, ha ideado esta iniciativa, recalcó.
El expresidente dijo que si le impidieran asistir al juicio, prohibiéndole la entrada al país, "es imposible" que le impidan seguir su defensa en las instancias internacionales, "que también obligan al Estado venezolano".
Por su parte, las esposas de los presos realizan en estos días una gira internacional buscando apoyo a su causa y solidaridad con los detenidos. Lilian Tintori y Mitzy Capriles (casadas con López y Ledezma, respectivamente) estuvieron en Brasil la primera semana de mayo.
Tras visitas a Panamá, Perú y Chile, las mujeres se reunieron en São Paulo con el expresidente Fernando Henrique Cardoso y el gobernador Geraldo Alckmin (ambos del Partido de la Social Democracia), a quienes les dijeron que Maduro mandó a la cárcel a más de 80 personas "por pensar diferente".
Las mujeres, que recibirán un premio por su activismo en favor de los derechos humanos el 14 de mayo en el Congreso de Estados Unidos, no fueron recibidas por la presidenta brasileña Dilma Rousseff.