En un mensaje publicado en Twitter, Pavel Durov, ejecutivo de la compañía, explicó que funcionarios iraníes pidieron a la red social que les proporcionaran "herramientas de espionaje y censura". Ante la negativa de Telegram, la aplicación fue bloqueada: "ignoramos la petición, nos bloquearon", añadió Durov, que declaró que están buscando la forma de restablecer el […]
Dirigentes Digital
| 23 oct 2015
En un mensaje publicado en Twitter, Pavel Durov, ejecutivo de la compañía, explicó que funcionarios iraníes pidieron a la red social que les proporcionaran "herramientas de espionaje y censura". Ante la negativa de Telegram, la aplicación fue bloqueada: "ignoramos la petición, nos bloquearon", añadió Durov, que declaró que están buscando la forma de restablecer el servicio para los usuarios del país.
Por su parte, la agencia de noticias oficial iraní, IRNA, dijo citanto a Mahmud Vaezi, ministro de Comunicación y Tecnología de la Información del país, que las autoridades no están "filtrando" Telegram.
Un argumento difícil de creer, teniendo en cuenta que el Ejecutivo lleva a cabo la misma acción con otras redes sociales como Facebook y Twitter. Además, por orden del líder supremo Alí Khamenei, en septiembre el régimen iraní disolvió el Consejo Superior de Tecnología de la Información y, así, el control sobre el espacio cibernético quedó bajo el mando de la máxima autoridad de la República Islámica.
Ante las exigencias de Khamenei, el ministro de Comunicación de Irán, Mahmoud Vaezi, anunció entonces la disolución de ese ministerio. En una directiva, el líder religioso nombró nuevos miembros del Consejo Supremo de Ciberespacio. Khamenei señaló que el renovado consejo debía "purificar el ciberespacio" y "enfrentar con eficacia la influencia y la invasión de los extranjeros". Frente a estos acontecimientos, algunos analistas iraníes declararon que la decisión del líder supremo respondía a una intención de aumentar el filtrado y la censura en las redes sociales y correos.
Antes de la disolución de este ministerio, Vaezi declaró que, "las páginas de las redes sociales que contengan insultos a las autoridades estatales o que propaguen contenidos contrarios a la moral y a la ética serán restringidas. Nuestra política es confrontar los elementos que atentan contra la seguridad nacional".
Según la Lista del Comité para la Protección de los Periodistas, Irán ocupa el puesto número 7 de la clasificación de los más países con más censura del mundo. Esta lista la encabezan Eritrea y Corea del Norte.
Se estima que más de 9 millones de iraníes utilizan la aplicación Viber y en torno a 5 millones tienen cuentas en Facebook y WhatsApp, según datos del Ministerio de Cultura, si bien la profusa actividad que registran estas redes arroja que las cifras son, en realidad, muy superiores. El mismo organismo reconoce que el 70% de los jóvenes iraníes utiliza sistemas ‘proxy’ para saltarse los filtros que limitan su acceso, especialmente en el caso de Facebook y Twitter, redes prohibidas en Irán, pero con más seguidores que en ningún otro país de Oriente Próximo. Esta prohibición, como era de esperar, sólo se aplica a los ciudadanos de a pie, ya que los líderes políticos sí tienen cuentas activas en Twitter y miles de seguidores