1. Divergencias de los bancos centrales
El experto recuerda los distintos caminos tomados por la Reserva Federal, que se aleja de su programa de estímulo, y otros bancos centrales como el europeo o el japonés. A su juicio, esto tiene dos implicaciones directas que ya se están dejando ver en el mercado: "la bajada de tasas en Europa y Japón aumentará la demanda de bonos estadounidenses a largo plazo, ofreciendo rendimientos más atractivos. Además, un dólar más fuerte por la previsible subida de tipos de la Fed ejercerá una presión negativa sobre los productos básicos y la inflación".
2. Tasa a largo plazo en mínimos
A pesar de la esperada subida de tipos en EEUU, desde BlackRock señalan que solo los bonos de corto plazo sufrirían un posible impacto en este escenario. "Las tasas de interés a largo plazo podrían aumentar paulatinamente este año, pero tenga presente que se mantendrán bajas por un tiempo más, lo que significa que necesitará fuentes de rendimiento diversificadas para satisfacer sus necesidades de ingresos", explica Koesterich.
3. Riesgos y virtudes de la economía estadounidense
A juicio de los expertos, EEUU se encuentra en mejor posición que otros mercados desarrollados de cara a este año, con la tasa de desempleo cayendo a buen ritmo y un mayor poder adquisitivo de los consumidores por la caída del crudo. Sin embargo, "el lento incremento salarial y el bajo nivel de consumo" representan riesgos para el país. Aunque el mayor desafío al que se enfrenta es lo que sucede en el exterior, con las dudas sobre el crecimiento en Europa, China y también Japón.
4. Sin inflación en el horizonte
Los expertos consideran que la inflación seguirá baja por ahora, "lo que implica que los costos de las empresas deberían mantenerse bajo control, una ventaja para las empresas estadounidenses y, por consiguiente, para las acciones".
5. Una ruta más accidentada para las acciones
Los expertos apuntan a una mayor volatilidad en el mercado, que debe ser aprovechada para retomar posiciones en renta variable en momentos de correcciones. "Los altibajos en el mercado bursátil tienen el potencial de crear oportunidades de compra para los inversionistas a largo plazo", opina Koesterich.
En este contexto, ¿cómo deben posicionarse los inversores?
1. Mejor acciones que bonos
Desde BlackRock explican que los ahorradores deben ver su inversión en Bolsa con un horizonte de largo plazo, y aguantar los momentos de incertidumbre siendo muy selectivos con las acciones que se eligen en cartera.
2. Ir más allá de EEUU
Entre los mercados desarrollados, Japón es una de las firmas apuestas de la firma. "No solo es bueno el precio sino que las ganancias de las compañías japonesas han sido mejores de las esperadas", explicaban los expertos en sus previsiones para 2015, sin descartar además oportunidades en mercados emergentes, especialmente en Asia.
3. Cautela con los bonos
Koesterich apunta a la necesidad de ser especialmente precavido con los bonos de vencimiento a más corto plazo, que se pueden ver más afectados por el aumento en las tasas de la Fed. "Sugerimos a los inversores que busquen fondos que puedan desenvolverse hábilmente en áreas sensibles a las tasas del mercado de bonos, tales como carteras de bonos flexibles, diversificadas o fondos cotizados (ETF) orientados a un segmento específico que puedan desempeñarse bien en entornos con tasas en aumento", explica Koesterich.
4. Resistir el impulso de salir
A pesar de la volatilidad que se pueda dar en el mercado, los expertos de BlackRock tienen claro que "evitarlos puede costar caro con el tiempo", recomendando a los inversores rebajar esa asignación excesiva que mantienen en efectivo. Para ellos, recomiendan fondos de activos múltiples o estrategias que pagan dividendos. "Un ETF centrado en acciones puede aportar una amplia exposición al mercado a bajo costo, lo que le ayudará a conservar una mayor parte de sus ganancias", asegura el experto.
5. Buscar el crecimiento
La gestora internacional indica la necesidad de ir más allá de los activos tradicionales para optimizar los resultados en cartera. "Las acciones internacionales, los bonos de mercados emergentes o mercados fronterizos pueden sumar crecimiento a una cartera. Incluso podría considerar inversiones alternativas", explica Koesterich. El experto recuerda que la diversificación no garantiza ganancias, pero sí permite distribuir mejor el riesgo "en un mundo que sigue ofreciendo poco en cuanto a grandes oportunidades".
hemeroteca