Algunos medios europeos ya están informando de los primeros pasos que está dando Varoufakis que contaría para la fundación del partido con el apoyo de Oskar Lafontaine, ex-ministro socialista alemán y líder de la izquierda radical y Paul Krugman o Joseph Stiglitz. La formación podría denominarse Alianza Europea y su principal objetivo sería la defensa de la lucha contra las políticas de austeridad y promover la democracia interna dentro de las instituciones europeas.
Presumiblemente, Varoufakis lideraría el partido en Grecia y se presentaría a las próximas elecciones griegas, en un momento, donde se especula que se convoquen a la vuelta del verano cuando se cierre las negociaciones del tercer rescate. El Gobierno de Tsipras se ha quedado en una difícil situación después de seis meses de mandato. El partido que sostiene al Ejecutivo se ha fracturado en dos después de que el primer ministro Tsipras haya aceptado las condiciones de los acreedores para recibir nuevas ayudas, y ahora depende de la oposición para mantener el poder.
La figura de Varoufakis está creando una fuerte controversia dentro y fuera de país, después que en la segunda votación de las reformas impuestas por Bruselas apoyase el paquete de medidas del Gobierno. En la primera votación en contra, pero la polémica ha subido de decibelios cuando se ha sabido que mientras se mantenía al frente del ministerio de Finanzas tenía elaborado un plan para que Grecia volviera al dracma. Según The Telegraph, las medidas necesarias para ejecutarlo rozaban la ilegalidad con el hackeo de cuentas bancarias de clientes.
El propio Varoufakis ha reconocido que su gabinete trabajaba en un plan de contingencia en caso de que las ayudas del BCE se terminaran y provocara el colapso del sistema financiero. El economista planteó en varias ocasiones a Tsipras varias opciones en caso de que las negociaciones no salieran bien. Hasta tal punto ha sido la crispación política que ha generado la noticia, que la Fiscalía ha tramitado una demanda contra al ex ministro por alta traición al violar el mandato del pueblo tras el referéndum de negociar con los acreedores.