En la última edición del Foro de Boao para Asia, el presidente chino y secretario general del Partido Comunista, Xi Jinping, dijo que "no sería imposible crecer más rápido", pero añadió, "no queremos crecer demasiado rápido", por lo que se desprende que los dirigentes chinos está decididos a promover un desarrollo económico sin asumir riesgos. […]
Dirigentes Digital
| 05 ago 2014
En la última edición del Foro de Boao para Asia, el presidente chino y secretario general del Partido Comunista, Xi Jinping, dijo que "no sería imposible crecer más rápido", pero añadió, "no queremos crecer demasiado rápido", por lo que se desprende que los dirigentes chinos está decididos a promover un desarrollo económico sin asumir riesgos.
En la última década, si bien el número de pobres en China se ha visto reducido en más de 94 millones de personas, no hay que olvidar que las desigualdades siguen creciendo en el gigante asiático. Para explicarlo nada mejor que tomar como referencia el coeficiente Gini, que mide la desigualdad, y que pasó de un 0,28 en 1978, poco después de la muerte de Mao Zedong, a un 0,47 en 2012. En esta línea, el presidente de China, Xi Jinping, prometió sacar a 80 millones de personas de la pobreza en los próximos dos años, es decir, un 8,5% de la población activa actual de China. Para ello, desde Pekín se fijan como objetivos aumentar el salario mínimo en un 40%, una mayor inversión en educación y vivienda pública, así como un pago de una 5% más de dividendos de las empresas estatales que controlan la mayoría de sectores importantes del país.
Un cambio necesario
Según la economista china Hong Bo, de la Escuela de Estudios Orientales y de la Universidad de Londres, la estrategia del Gobierno pasa por un cambio importante del modelo económico. "El Gobierno quiere que su economía crezca más apoyada en su consumo interno. por eso, los salarios han aumentado varias veces en los últimos años, en especial desde la crisis financiera de 2008", dijo Hong.
En esta misma línea se había situado Xi en su discurso n la octava cumbre del Grupo de los 20 (G20), en San Petesburgo en 2013, en la que según la prensa oficial china, éste puso de manifiesto la determinación inquebrantable de China de implementar reformas y de desarrollar una economía mundial abierta.
El pasado mes de marzo, "El diario del pueblo", el periódico oficial del Partido Comunista Chino, publicó un editorial en el que defendía que China debía " sentirse orgullosa de su crecimiento económico", en relación a los últimos datos referentes al primer trimestre de 2014 que mostraba que China había crecido al 7,4% interanual. Y también para hacer frente así a las críticas de medios extranjeros como la cadena de televisión CNN, que afirmó que la economía de China está perdiendo vapor, y el periódico "New York Times", que publicó una noticia dando a entender que China sería el próximo Lheman Brothers.
Esta cifra se situó por debajo del objetivo oficial del Gobierno chino del 7,5% para 2014, que anunció en marzo el primer ministro chino, Li Keqiang, en la Asamblea Popular Nacional (APN). Una cifra que se mantiene estable en los últimos años con el fin de "mejorar la confienza de los mercados y promover un ajuste económico estructural". En la pasada década, China se fijó objetivos de crecimiento económico de hasta el 8%, pero la meta se redujo a partir de 2012, a medida que el país disminuyó su ritmo de desarrollo.
"En el último año, las dificultades han sido mayores de lo previsto, pero los resultados fueron mayores de lo esperado", destacó el jefe de gobierno. Para Li, el desarrollo económico es la tarea central de su Gobierno y admitió que "todavía hay muchos problemas por los que la gente es infeliz".