Morningstar engloba un total de 50 productos (contando con sus distintas clases) dentro de la categoría RV Brasil. Entre ellos, destacan fondos de gestoras internacionales como el HSBC Global Investment Funds Brazil, el Bradesco Global Funds Brazilian Equities Mid Small Caps, el JPMorgan Funds – Brazil Equity o el Amundi Funds Equity Brazil. Todos ellos registran rendimientos negativos superiores al 33% en lo que va de año.
En el caso de gestoras españolas, solo se encuentra un producto de Santander AM en esta categoría. El Santander AM Brazilian Equity tiene por objeto proporcionar a medio y largo plazo el crecimiento del capital a partir de una diversificada y gestión activa de la cartera en participaciones emitidas principalmente por empresas brasileñas, listadas en el mercado local.
Esto incluye también certificado estadounidense de depósitos en custodia (ADR’s) y certificados de depósitos globales (RDA). Las inversiones están determinadas en gran medida como resultado de la selección de títulos individuales. Actualmente, sus cinco mayores posiciones están ligadas al sector financiero y de materias primas, ocupadas por Bradesco, el procesador de tarjetas de crédito Cielo, Petrobras, la aseguradora BB Seguridade Participacoes y Vale.
¿A qué se enfrenetan los gestores?
El difícil entorno al que se enfrentan estos gestores no parece lejos de diluirse. La rebaja de rating de Fitch ha dejado claro que la economía del país aún debe recorrer un largo camino para recuperarse. Especialmente ante un escenario en el que el real ha perdido más del 50% de su valor desde 2014. Por no hablar de los escándalos políticos que también amenazan las reformas necesarias para impulsar la recuperación.
En un reciente análisis sobre el país, Daniela da Costa-Bulthuis, gestora del Emerging Markets Equities de Robeco, explicaba que "Brasil cuenta con un creciente déficit nominal que debe ser abordado adecuadamente. Sin embargo, el Gobierno no está encontrando apoyo en el Congreso para implementar su plan de ajuste fiscal".
En el informe, publicado tras la rebaja de rating que antes que Fitch llevó a cabo S&P, la experta explicaba que estas decisiones de las agencias ejercen una presión adicional sobre el Gobierno para que entreguen un plan fiscal de consolidación realista. "No creemos que estén preparados para ello todavía", indican los expertos.
Los mercados financieros de Brasil han visto crecer la volatilidad en los últimos meses con el deterioro de los fundamentos macroeconómicos del país. "La liquidez se ha reducido en los mercados de activos y bonos, las nuevas emisiones de acciones u obligaciones se retrasan mientras las recompras y ofertas públicas han aumentado", explican desde Robeco, donde apuntan además a las dificultades para que las empresas del país encuentre financiación en los mercados internacionales de deuda tras las rebajas de calificación. "Existe un temor cada vez mayor para la refinanciación de la deuda externa que algunas empresas brasileñas tienen que hacer en el 2016", explican.
A juicio de la gestora, "si las corporaciones brasileñas no pueden encontrar crédito internacional, a nivel local no hay suficiente volumen para absorber tales necesidades financieras", apuntando al riesgo de una crisis crediticia que podría poner en nuevos apuros a aquellos que apostaron por invertir en la renta variable del país.
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