«La intervención masiva en el mercado chino no han logrado restablecer la confianza»

En el corazón de los problemas se encuentran los problemas económicos de China. No hay duda de que China se enfrenta a una presión económica bajista severa debido al reequilibrio de su economía. Las intervenciones masivas durante el verano de 2015 dirigidas a la estabilización de precios de las acciones locales no han logrado restablecer la confianza, y están aumentando los problemas de credibilidad de las autoridades chinas.

Además, China ha abandonado de facto la suave paridad de su moneda con el dólar estadounidense al ampliar la referencia a una canasta de monedas, lo que ha alimentado la incertidumbre. La menor demanda de China ha provocado una espiral descendente de los precios de las materias primas que pone a los productores y los mercados emergentes bajo mayor presión, lo que da como resultado un deterioro de la calidad crediticia y la devaluación de las monedas locales de los mercados emergentes. La desaceleración del crecimiento chino y los precios de los materias primas provocan un menor crecimiento global, una reducción de la inflación, que las ganancias corporativas globales sean más bajos, pero una bonanza para el consumidor occidental.

Las autoridades chinas probablemente intervendrán otra vez para estabilizar las acciones locales. Mientas que a largo plazo, el éxito de tales acciones es dudoso, puede que surta efecto a corto plazo. China aún tiene margen para flexibilizar su política monetaria aún más e implementar estímulos fiscales. En este contexto, los precios de las materias primas se mantendrán bajo presión, al igual que los activos de mercados emergentes. Al mismo tiempo, las previsiones de beneficio de algunos sectores clave de la renta variable, como energía, minería, automoción o bienes de lujo se enfrentan a un desafío.

A pesar de que la actividad manufacturera de Estados Unidos es débil, la fortaleza doméstica y el empleo apuntan a un mayor endurecimiento de la política monetaria de la Fed. Es justo decir, sin embargo, que la Fed también puede esperar más tiempo de lo previsto antes de subir los tipos aún más a la luz de los acontecimientos actuales. El menor crecimiento y la menor inflación deben alentar al Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Japón (BoJ) para continuar con sus programas de liquidez.

Ante esto, ¿cómo estamos posicionados? Hemos utilizado la debilidad de los mercados en diciembre para aumentar nuestra exposición a renta variable añadiendo a nuestras posiciones acciones de mercados desarrollados. Nuestras carteras por tanto, no son inmunes a la reciente ola de ventas. Los mercados han experimentado un exceso de ventas y el sentimiento de los inversores es negativo, por lo que nos atenemos a nuestra exposición por ahora.

Dicho esto, somos conscientes de los riesgos para el crecimiento mundial y los beneficios globales y estamos dispuestos a reconsiderar nuestra posición si es necesario. Mantenemos una posición infraponderada en los mercados emergentes y tenemos poca exposición a los sectores de renta variable y los países directamente afectados por las cuestiones mencionadas anteriormente.
 

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