La escasa
rentabilidad que ofrece el mercado energético español, con un estancamiento en el precio segmento regulado y escasas perspectivas en el liberalizado, ha provocado que la alemana E.On ponga en venta sus activos en el país.
La operación ha atraído a gran variedad de inversores que presentarán sus ofertas vinculantes antes del 11 de agosto. Pero ninguna llegará a los 3.000 millones de euros que pretende sacar la alemana por ellos. Las ofertas apenas alcanzarán los 2.000 millones. Un precio de derribo si se tiene en cuenta que la alemana pago más de 11.000 millones a Enel y Acciona por los activos de Endesa Europa, que también incluían Viesgo que operaba en España y Francia.
Entre los interesados en parte o la totalidad de los activos de E.ON están la firma de capital riesgo CVC ; EDP y la canadiense Borealis Infrastructure; así como el fondo de inversión Riverstone y la compañía suiza Alpiq.
También presentarán ofertas los fondos KKR, Macquarie y el Grupo Villar Mir que pujarán formando un consorcio. La propia Enel también podría entrar en la puja. En la reciente presentación de resultados afirmó que en la cartera de E.On hay activos interesantes.
E.On opera en los mercados de generación, comercialización y distribución de electricidad en España, donde cuenta con cerca de 650.000 clientes, 33.000 kilómetros de red y 4.500 megavatios de energía convencional y renovable procedentes de sus plantas en Tarragona, Escatrón (Zaragoza), Bahía de Algeciras y San Roque (Cádiz).
Según el cuaderno de venta, E.ON prevé un crecimiento del ebitda de su negocio en España en los próximos años cercano al 50%, de tal modo que de aquí a 2023 podría alcanzar los 495 millones de euros. Entre los principales candidatos, que ya han sido contactados por el banco asesor, Citi.