A pesar de las duras negociaciones, Bruselas ha conseguido rebajar las pretensiones turcas para avanzar en la integración en la Unión Europea y salvar las ilegalidades que contenía el acuerdo previo. El acuerdo incluye de forma expresa que se garantizara un "trato individual" a cada demanda de asilo y no habrá ni "expulsiones colectivas" ni […]
Dirigentes Digital
| 18 mar 2016
A pesar de las duras negociaciones, Bruselas ha conseguido rebajar las pretensiones turcas para avanzar en la integración en la Unión Europea y salvar las ilegalidades que contenía el acuerdo previo.
El acuerdo incluye de forma expresa que se garantizara un "trato individual" a cada demanda de asilo y no habrá ni "expulsiones colectivas" ni devoluciones en caliente, pero seguirá implicando las deportaciones a suelo turco de los refugiados e inmigrantes que lleguen a partir del próximo domingo a Grecia.
Previamente se ha producido un acuerdo bilateral entre el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y el primer ministro holandés, Mark Rutte, cuyo país ejerce la presidencia de turno del Consejo de la UE, para avanzar en la búsqueda de una solución.
Davutoglu señalaba a su llegada, antes de la reunión, que "para Turquía los refugiados no son cuestión de negocios, sino una cuestión humanitaria y de valores" y se ha mostrado esperanzado en cerrar un acuerdo ante la crisis migratoria.
El mandatario turco ha recordado al llegar que su país ha recibido 2,7 millones de refugiados "sin asistencia significativa de ninguna parte", y ha expresado el compromiso de Turquía de seguir con su política "humanitaria".