¿Se hunde Brasil?

La economía mundial sigue creciendo, pero lentamente y de forma heterogénea. El crecimiento mundial pasaría del 3,3% en 2014 al 3,6% en 2015 y 3,8% en 2016 según las previsiones que BBVA Research hizo el pasado mes de marzo. Pero en este sentido, cada región ha tomado un camino: mientas que las economías desarrolladas, de la mano de EE.UU, aumentarán su contribución al dinamismo mundial, China continuará desacelerándose de forma controlada.

En este sentido, Brasil tiene por delante un año de crecimiento bajo e inflación elevada. Así como en 2014, el crecimiento del PIB estuvo cerca de cero para este año el panorama puede ser aún peor. Según estiman los analistas de la entidad, el ajuste de la política económica y la depreciación del tipo de cambio son condiciones necesarias para que el país vuelva a crecer.

Sin embargo, tendrán un efecto negativo en el corto plazo, junto con el impacto de la caída de los términos de intercambio, la crisis en Petrobras y la escasez de agua y electricidad. De momento, ya se notan los efectos ya que la actividad económica del país ha caído en picado durante el primer trimestre del año: el índice IBC-Br descendió un 0,8% entre enero y marzo según ha publicado el Banco Central de Brasil.

Además, el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) ha anunciado que la tasa de desempleo subió hasta el 6,4% durante el mes de abril, situándose así en su nivel más alto desde mayo de 2011, tal y como señala Reuters.

En BBVA Research esperan que Brasil tan solo crezca un 0,6% una nueva contracción de los términos de intercambio, a la moderación de la demanda externa; al impacto de la crisis en Petrobras y al efecto de la escasez de agua y electricidad.