El agua es un recurso natural imprescindible para la vida humana, tanto si hablamos de su consumo directo como su uso destinado a la producción de alimentos y energía, y para el ejercicio de la mayoría de las actividades económicas de cualquier país pero, lamentablemente, es un bien escaso. La mayor problemática con la que […]
Dirigentes Digital
| 21 mar 2016
El agua es un recurso natural imprescindible para la vida humana, tanto si hablamos de su consumo directo como su uso destinado a la producción de alimentos y energía, y para el ejercicio de la mayoría de las actividades económicas de cualquier país pero, lamentablemente, es un bien escaso.
La mayor problemática con la que se encuentra la sociedad es disponer de este preciado bien para la producción de alimentos. En España, tan solo el agua destinada al riego representa un 70% del consumo total y es que, para producir únicamente un kilo de trigo se necesita alrededor de mil kilos de agua. Con estas sumas, se estima que una persona precisa una media de cien litros diarios de agua, mil metros cúbicos al año, para cubrir las necesidades industriales y agrícolas de su país.
Para reducir estas cifras e implantar una gestión eficiente contamos con la tecnología Big Data, la cual permite el ahorro de agua en explotaciones agrícolas, evitando el gasto de grandes volúmenes de tan preciado bien e impactando positivamente, tanto en el medio ambiente como en la economía de los agricultores y gestores agrícolas.
Dinsa, por ejemplo, es una empresa que optimiza el consumo de recursos hídricos en explotaciones agrícolas a través de su plataforma Big Data bynse, una solución que recoge información en tiempo real a través de una serie de sensores que se instalan en las fincas y que miden las variables desde el punto de vista del suelo, la planta y el clima; permitiendo la gestión inteligente del riego y el correcto consumo del agua.
"La tecnología Big Data orientada a la agricultura permite unos ahorros que se reflejan rápidamente en el consumo de agua de una explotación agrícola y en el bolsillo del agricultor", afirma Gonzalo Martín, CEO de bynse. "Por suerte, plataformas como bynse cuentan cada día con una mayor aplicación en cultivos tan dispares como el olivo, la vid, invernaderos o huertas".
Y no solo son útiles aquellos datos recogidos de los sensores sino también aquella información procedente de fuentes como la Agencia Estatal de Meteorología u otros organismos que aportan datos relacionados con el clima, el análisis del agua o la composición del suelo.
A través del almacenamiento y la relación de datos, se puede analizar y desarrollar modelos predictivos personalizados para la gestión del agua, sacando el máximo partido a un bien escaso que representa uno de los mayores costes para el agricultor. Según explican desde bynse, se podría ahorrar hasta un 40% del total de agua utilizada en explotaciones implantando este tipo de plataformas.