El Instituto de Auditores Internos de España (IAI), a través de su laboratorio de ideas, "La fábrica de pensamiento", ha presentado su última publicación, la guía "Gestión del Riesgo de Fraude: prevención, detección e investigación", en la que dieciséis expertos abordan desde el punto de vista más práctico los procesos para la gestión eficaz del […]
Dirigentes Digital
| 11 mar 2015
El Instituto de Auditores Internos de España (IAI), a través de su laboratorio de ideas, "La fábrica de pensamiento", ha presentado su última publicación, la guía "Gestión del Riesgo de Fraude: prevención, detección e investigación", en la que dieciséis expertos abordan desde el punto de vista más práctico los procesos para la gestión eficaz del riesgo de fraude, aportando además las herramientas para que los auditores internos puedan definir e implantar políticas de prevención de este riesgo en las organizaciones.
La corrupción y el fraude se han convertido en la segunda preocupación de los españoles tras el paro. Han pasado de ser considerados como el principal problema para el 17,7% de los ciudadanos en 2012, a serlo para más del 41% en 2014.
Y es que, de acuerdo con Javier López Andreo, director responsable de PWC Forensic en España y coordinador de la comisión técnica que ha elaborado la guía, la legislación adolece de algunos aspectos en materia de prevención del riesgo de fraude que existen en otros países, especialmente en los anglosajones.
No obstante, en España ha habido esfuerzos muy recientes para cambiar el código penal, la ley de financiación de los partidos y tomar determinadas medidas normativas que contribuyan a mitigar el riesgo de fraude. Asimismo, nuestro país ha invertido poco en prevención y, normalmente, las compañías deciden hacerlo una vez han sufrido una mala experiencia.
Según López Andreo, el aumento de los fraudes detectados y su impacto han obligado a invertir en medidas de prevención para minimizar los daños. Por ello, es fundamental contar con un programa eficaz de prevención, detección e investigación de delitos. Los tipos de fraude que pueden darse en una organización dependen de la naturaleza de la misma, y la tolerancia al riesgo varia de una organización a otra. La alta dirección debe establecer el nivel de tolerancia al riesgo de la entidad y evaluar la probabilidad e impacto de los riesgos inherentes a la naturaleza de la organización, para así gestionar el riesgo de fraude y aplicar procedimientos de detección y prevención.
Por todo esto, en un momento como el actual la profesión del auditor interno cobra gran relevancia a la hora de realizar una eficaz gestión del riesgo de fraude, para evitar situaciones que amenacen a las organizaciones tanto financiera como reputacionalmente, y conseguir protegerlas de manera óptima.
Todos los miembros de una organización son responsables de establecer y mantener los controles adecuados contra el fraude, pero Auditoría Interna debe asegurar al Consejo de Administración y a la dirección que los controles para cubrir los riesgos que se han identificado son suficientes y funcionan de manera eficaz. "El auditor interno está obligado a entender qué es lo que está pasando en su organización. Los avances en las nuevas tecnologías y los nuevos sistemas operativos incrementan los sistemas de control. Tenemos que analizar todos los riegos que puedan surgir", destaca en este sentido Sergio Gómez-Landero, de Endesa, y otro de los expertos participantes en la elaboración de la guía.
Según ésta, el mapa de riesgos de fraude forma parte del mapa de riesgos generales de una organización, y el proceso de identificación y evaluación de riesgos es un elemento básico de un sistema de control y una de las bases del Plan de Auditoría Interna.