El cargo de presidente portugués es en gran medida una figura ceremonial pero juega un papel importante en momentos de incertidumbre política, como los que envolvieron al país desde las elecciones parlamentarias de octubre. Tiene el poder de disolver el parlamento y despedir al primer ministro. Rebelo de Sousa, un ex periodista que en un […]
Dirigentes Digital
| 25 ene 2016
El cargo de presidente portugués es en gran medida una figura ceremonial pero juega un papel importante en momentos de incertidumbre política, como los que envolvieron al país desde las elecciones parlamentarias de octubre. Tiene el poder de disolver el parlamento y despedir al primer ministro.
Rebelo de Sousa, un ex periodista que en un momento lideró a los socialdemócratas de centroderecha, ganó el 56% de los votos, suficientes para evitar una segunda vuelta. Su rival más cercano, el socialista Antonio Sampaio da Novoa, reconoció la derrota después de recoger alrededor del 23% de los votos. La candidata del Bloque de Izquierda, Marisa Matias, obtuvo el 10%, informa Reuters.
Rebelo de Sousa prometió construir consensos como presidente, algo que Portugal probablemente necesite mientras un frágil gobierno de moderados socialistas de centroizquierda dependientes de la extrema izquierda en el parlamento trata de reconciliar sus promesas electorales de terminar la austeridad económica con recortes de déficit para satisfacer a la Unión Europea.