Con la paralización y posterior hibernación de la economía tras el estado de alarma, las pymes y autónomos españoles se encuentran en la diana. Ellos son el pulmón del tejido empresarial español y, como tal, reclaman el lugar que les corresponde en las medidas que ha puesto en marcha el Ejecutivo para mitigar el efecto […]
AutónomosDirigentes Digital
| 04 abr 2020
Con la paralización y posterior hibernación de la economía tras el estado de alarma, las pymes y autónomos españoles se encuentran en la diana. Ellos son el pulmón del tejido empresarial español y, como tal, reclaman el lugar que les corresponde en las medidas que ha puesto en marcha el Ejecutivo para mitigar el efecto económico derivado de la crisis sanitaria del COVID-19.
ATA, una de las asociaciones más representativas de los trabajadores por cuenta propia en el panorama nacional, se ha convertido en el altavoz de los emprendedores españoles. DIRIGENTES charla con su vicepresidenta ejecutiva, Celia Ferrero, para abordar cómo enfrenta este colectivo la cuarentena.
El nuevo paquete de medidas económicas se aleja de las propuestas de ATA. ¿Cómo las valora?
El conjunto de medidas no solo llega tarde, sino que llega mal. Desde el pasado 14 de marzo, el día en el que se declaró el estado de alarma, llevamos diciendo que iba a ser muy complicado llegar a tiempo para muchos autónomos y pymes por los procedimientos administrativos directamente asociados. Estamos de acuerdo en el enunciado de las medidas, pero no coincidimos es la manera en la que se instrumentalizan y su operativa. Los órganos gestores se encuentran desbordados y se mueven en un entorno de inseguridad jurídica enorme porque, evidentemente, se han sacado muchas normas, muy seguidas y con muchos errores que han tardado en concretarse y clarificarse. Incluso algunas de ellas siguen en el limbo.
Con lo fácil que hubiera sido suspender la cuota tres meses y, una vez pasada esta situación, reclamarla a los que no tenían derecho a prestación. Esto es mucho más sencillo administrativamente. Estamos ante una crisis extraordinaria y, por tanto, se necesitan procedimientos extraordinarios. Tampoco cuesta tanto dinero. Estamos hablando de 1.000 millones de euros al mes en cuotas, que no representan ni el 2% del total de paquete de ayudas que han aprobado y consigues salvar el 98% del tejido empresarial de este país.
Un informe elaborado por el Instituto de Empresa Familiar de Alemania dice que el 60% de las pymes y autónomos no van a aguantar tres meses en esta situación. Las ayudas pueden tardar en llegar seis meses, cuando posiblemente ya no existan. Les están abocando al cierre y al concurso.
En un tuit, el presidente de ATA, Lorenzo Amor, puso como ejemplo una autónoma que no tiene derecho a la prestación por cese de actividad por cobrar una pensión de viudedad que asciende a 150 euros. ¿Acuden a la federación muchos casos similares?
Principalmente, nos llegan personas que han optado por la jubilación activa. Se trata de autónomos que compatibilizan el trabajo por cuenta propia con la pensión. En esta modalidad existen dos supuestos: los que cobran el 50% de esta y el 50% procede de los rendimientos de la actividad que hacen, y los que cobran el 100% de la jubilación con la condición de tener un empleado a su cargo. En este caso, no pueden hacer nada, pese a que su actividad se encuentra suspendida.
Las ayudas pueden tardar en llegar seis meses
El Decreto Ley 10/2020 que entró en vigor la semana pasada para limitar más el tipo de actividades que se consideran esenciales, permite trabajar a los autónomos pero no así a los trabajadores que tiene a su cargo. ¿No resulta paradójico?
Totalmente y el Gobierno lo tenía que haber previsto. Ningún empresario en este país es una isla y si mis clientes cierran yo no tengo trabajo. Todas las actividades se van a ver afectadas, por eso, hay que ayudar en función de la situación de cada una de ellas. Las exclusiones son enormes y las ayudas no van a llegar ni al 30% de los autónomos.
Aunque se haya abonado la cuota de marzo, la ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha asegurado que cabe la posibilidad de devolución de la parte proporcional de la cuota de los días no trabajados. ¿Es justa esta decisión?
La administración no ha aclarado si va a ser una devolución por solicitud o de oficio. Ahora mismo se han pasado las cuotas a todo el mundo, al margen de si tienen derecho o no a la exoneración. Este proceso se puede alargar de dos a seis meses.
Desde el punto de vista del enunciado, la prestación es una buena medida y la moratoria lo hubiese sido de no haber puesto cargas administrativas y las diferentes exclusiones. Establecer como requisito una caída de la facturación del 75% es una barbaridad. A modo de ejemplo, un autónomo con un rendimiento neto de 1.700 euros medios, si experimenta una bajada de sus ingresos del 50%, se queda por debajo del salario mínimo interprofesional (SMI).
Desde ATA reivindicáis que puedan acceder a la citada prestación por cese de actividad con una bajada de la facturación del 30%.
Entre el 30% y el 40%. De hecho, para acceder a la moratoria hipotecaria, se ha establecido en el umbral del 40% para el trabajador por cuenta propia.
¿Existe un trato más favorable hacia el asalariado que hacia el emprendedor?
Eso es falso. El trabajador no existe si no hay empleador. Y lo están condenando a desaparecer, con lo cual no están protegiendo el empleo. Hay mucha falta de previsión y no se están entendiendo las cosas ni cuáles son los tiempos de esta crisis. Estamos de acuerdo en que es una enfermedad desconocida, pero el Gobierno debería conocer la economía de su país, el tejido empresarial que lo forma y las capacidades de la administración para saber cómo funcionan los tiempos para la gestión de las ayudas.
¿Tenéis datos de cuántos autónomos han solicitado la prestación?
Alrededor de 360.000 solicitudes. El problema es que nadie está cobrando la prestación. Hasta que esto no ocurra, no estarán exonerados de la cuota. Mucho me temo que la del 29 de abril también la pasarán.