La mayoría de los americanos no ahorran o ahorran poco. Más de la mitad de aquellos que trabajan solo cuentan con una frágil red que no supera los $10.000. ¿Qué limita su capacidad de ahorrar? El pago de las hipotecas tiene mucho que ver, aunque en los últimos años ha pasado a un segundo plano […]
Dirigentes Digital
| 05 mar 2015
La mayoría de los americanos no ahorran o ahorran poco. Más de la mitad de aquellos que trabajan solo cuentan con una frágil red que no supera los $10.000. ¿Qué limita su capacidad de ahorrar? El pago de las hipotecas tiene mucho que ver, aunque en los últimos años ha pasado a un segundo plano ante el creciente e imparable peso de los créditos universitarios y aquellos que se conceden para la compra de un automóvil.
Según los últimos datos de la Reserva Federal, los estudiantes siguen pidiendo créditos a un ritmo creciente. La deuda se eleva a 1.2 billones de dólares en todo el país. Parte de la culpa la tiene que este tipo de deuda no desaparece del historial de crédito del deudor aunque se declare en bancarrota. En 2009, los créditos universitarios eran el porcentaje de deuda más pequeño, pero la crisis económica, que devolvió a muchos americanos a las facultades, ha revertido la situación. El número de prestatarios ha aumentado un 92% entre 2004 y 2014, en cuanto a la cantidad media del crédito solicitado, el incremento ha sido de un 74%.
Otro elemento que preocupa es la deuda que se genera por el uso de las tarjetas de crédito y débito. Según una encuesta de Bankrate.com, un 37% de los americanos tienen deudas que igualan o superan sus ahorros de emergencia, lo que les posiciona en una situación muy vulnerable ante los imprevistos, imprevistos que vienen con más frecuencia de lo que uno desearía. En 2014, una encuesta de American Express reveló que la mitad de los americanos tuvieron que hacer frente a gastos inesperados que la mayoría de las veces tienen que ver con la salud o con el automóvil. Por edad, quienes tienen menor capacidad de ahorro son aquellos entre 30 y 49 años, periodo de tiempo en el que el peso de las hipotecas y el cuidado de los niños pesa en gran medida en el presupuesto familiar.
La preocupante deuda de los mayores
Aunque si hay una población especialmente vulnerable ante el peso de la deuda, son los jubilados. Ya no eres un elemento productivo, por lo que no generas ingresos. Tampoco tienes una empresa que te ayude con el pago del seguro médico, que a esas alturas de la vida vas a necesitar más que nunca. Dependes absolutamente de lo que hayas podido ahorrar hasta entonces. El resultado es que el porcentaje de los americanos que llegan con deudas a la vejez se ha incrementado notablemente en las últimas décadas.
Según datos del Employee Benefit Research Institute (EBRI), entre las familias encabezadas por americanos con 55 años o más, un 64,5% tienen deudas, lo que supone un 10% más que en 1992. Además, 9,2% de estas familias dedican, al menos, el 40% de sus ingresos a pagar deudas, un 8,5% más que hace tres años. El único dato positivo es el descenso de la deuda media en los últimos años: la cantidad ha bajado de $80.564 a $73.211 entre 2012 y 2013.
Con el paso de los años ¿qué deudas quedan todavía por pagar? Para empezar, las hipotecas, seguidas de las deudas generadas por los créditos universitarios. Según datos de la Oficina de Contabilidad del Gobierno estadounidense, en 2013, 706.000 familias senior cargaban con una deuda estudiantil récord de 18.200 millones de dólares.