Buscando un suelo para el crudo: el shale oil tiene la llave

BP ha cerrado el segundo trimestre con unas pérdidas de 6.000 millones de dólares, lastrada por los bajos precios del crudo y la multimillonaria multa derivada del desastre del Golfo de México, que hasta ahora le ha costado 55.000 millones. Y su director financiero, Brian Gilvary, advertía que los descensos en el petróleo no han terminado aún, por lo que la compañía se está preparando para un mundo en el que los precios "seguirán siendo bajos durante más tiempo".

Aunque el "oro negro" había conseguido recuperarse durante el segundo trimestre, en julio ha retomado su particular vía crucis tras el acuerdo nuclear iraní y el desembarco futuro de su petróleo en el mercado. Un impacto que, probablemente, no llegue hasta el año que viene pero que ya tiene preocupado al mercado.

Pues mientras tanto, según un reciente sondeo de Reuters, los miembros de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) produjeron 31,25 millones de barriles diarios durante el segundo trimestre, mientras que la demanda se situó en los 28,26 millones. "Exceso" es la palabra más repetida entre los analistas, que llaman la atención sobre el repunte del dólar.

"La temida recaída (double dip) está aquí", afirman los expertos de Bank of America Merrill Lynch. Y es que, destacan, desde el cuatro de julio, el West Texas ha caído 11 dólares y el Brent nueve. Estacionalidad, noticias macro negativas desde China, la renovada fortaleza del "billete verde" y la estacionalidad han lastrado al petróleo y "la presión a la baja podría continuar en el futuro".

Así, la firma rebaja su previsión para el crudo a corto plazo (finales del tercer trimestre) hasta los 45 dólares por barril para el West Texas (desde los 50 previos) y hasta 50 dólares para el Brent (desde los 54 anteriores).

Aunque consideran que el desequilibrio entre la oferta y la demanda de crudo ha alcanzado su máximo en el segundo trimestre, el exceso continuará en los próximos. "La OPEP es en gran medida la culpable" de esta falta de balance, con Arabia Saudí, Iraq, los Emiratos Árabes Unidos y ahora Irán elevando su producción en este entorno de bajos precios. Brasil y Rusia también han hecho lo propio… Con todo, reconocen que la propia debilidad de las valoraciones ha propiciado una sorpresa al alza de la demanda.

En cualquier caso, concluyen "una gran reducción en la producción del petróleo de esquisto (shale oil) podría ser la salvadora del crudo". Para el primer trimestre del año que viene, la reducción de pozos y de inversiones "debería tener un impacto" en ella. "Ahora vemos una caída neta total en Estados Unidos (…) que conducirá a un recorte de la producción fuera de la OPEP de hasta 420.000 barriles diarios en tasa interanual, el primer descenso desde 2008".

Sobre esta base, mantienen su previsión de un Brent en 62 dólares el año que viene y un West Texas en 57 dólares. "Pero si las condiciones cíclicas empeoran o China experimenta un aterrizaje forzoso, el petróleo se podría ir más abajo", avisan.

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