Call of Duty, la franquicia de disparos por excelencia y Candy Crush, la aplicación de ‘juntar’ caramelos no pueden ser más diferentes, sin embargo, la adquisición por parte de sus autoras puede suponer un hito en la historia empresarial de los videojuegos. Tras la compra, Activision pasará a dominar el mercado mundial de entretenimiento interactivo […]
Dirigentes Digital
| 03 nov 2015
Call of Duty, la franquicia de disparos por excelencia y Candy Crush, la aplicación de ‘juntar’ caramelos no pueden ser más diferentes, sin embargo, la adquisición por parte de sus autoras puede suponer un hito en la historia empresarial de los videojuegos. Tras la compra, Activision pasará a dominar el mercado mundial de entretenimiento interactivo a través de plataformas móviles, controles y PCS. El primero de estos dispositivos, es terreno sin explotar para Activision, y lo que precisamente quiere potenciar con la reciente operación.
De hecho, los editores de videojuegos están cambiando las ventas físicas por el lucrativo negocio digital. Los consumidores han dejado a un lado las consolas para jugar con los teléfonos inteligentes y tables. Tanto es así que se espera que el rápido crecimiento del segmento de juegos móviles genere más de 36.000 millones en ingresos a finales de 2015, de acuerdo con Activision.
"Con una red de más de 500 millones de usuarios activos cada mes, nuestro potencial para alcanzar audiencias en todo el mundo en cualquier dispositivos nos permitirá crear juegos aún mejores para audiencias aún mayores", dijo el consejero delegado de Activision Blizzard, Bobby Kotick.
Según Reuters, la operación se estructurará mediante una opa a 18 dólares por acción, lo que supone que Activision pague una prima del 16% sobre el actual precio de cotización de King.