iZettle, proveedor de servicios y aplicaciones de pago a través del móvil, considera que 2015 será un año extraordinario para el sector de los pagos móviles. Los clientes reclamarán una homogeneización de los monederos electrónicos , los bancos deberán ser más transparentes por la competencia de las startups, las pymes exigirán más innovaciones de los proveedores […]
Dirigentes Digital
| 11 dic 2014
iZettle, proveedor de servicios y aplicaciones de pago a través del móvil, considera que 2015 será un año extraordinario para el sector de los pagos móviles. Los clientes reclamarán una homogeneización de los monederos electrónicos , los bancos deberán ser más transparentes por la competencia de las startups, las pymes exigirán más innovaciones de los proveedores de pagos móviles.
Para realizar esta valoración tiene en cuenta el impulso que ha atravesado este mercado en los últimos años y la influencia que está ejerciendo en la reestructuración del funcionamiento de las pymes, bancos y clientes particulares.
Por todo ello, y con un escenario de 2.500 millones de usuarios de smartphones en 2015 según los analistas, iZettle predice que en los próximos doce meses muchas de las preguntas críticas respecto al futuro y el progreso de los pagos a través del móvil por fin tendrán respuesta.
En concreto, las predicciones de Jacob de Geer, CEO de iZettle, para 2015 son: Barack Obama impondrá el uso de tarjetas Chip&Pin lo que favorecerá al sector de pagos móviles y los proveedores europeos Quizás muchos europeos se sorprendan al saber que en Estados Unidos todavía se utilizan, mayoritariamente, las tarjetas de banda magnética, un formato mucho menos seguro que el Chip&Pin, ampliamente establecido en Europa.
Por ello, Estados Unidos es el único país del primer mundo donde el mercado de las falsificaciones de las tarjetas de crédito continúa creciendo. Para hacer frente a este problema, el presidente Obama ha hecho que se apruebe recientemente un decreto ley que presiona al gobierno federal para que expida tarjetas EMV de débito y crédito con chip. EMV (Europay, MasterCard y Visa) es un estándar global de seguridad que emplea un chip informático para autenticar las transacciones.
Las empresas minoristas estadounidenses que no se adapten al nuevo estándar a partir de octubre de 2015 tendrán que asumir los costes de los posibles fraudes de tarjetas de crédito. Esto supone una gran oportunidad, sobre todo en el segmento de las pymes, para las compañías de pagos a través del móvil. Eso sí, una vez que sus sistemas sean compatibles con EMV.
En este sentido, aunque existen rumores acerca de la llegada de Square a Europa, el panorama no está tan claro. Y es que, la adopción de los estándares de EMV por parte de los Estados Unidos no significa necesariamente que todos los fabricantes con sede en el país puedan crear una solución inmediatamente (ya sea en términos de hardware o software) con la que automáticamente estén listos para entrar a competir en el entorno europeo, mucho más regulado que el americano. Al contrario, puede que sea más fácil para los proveedores europeos cruzar el Atlántico al contar con varios años de experiencia en EMV y una tecnología probada.
Los bancos se ven forzados a ser más transparentes
La revolución digital ha supuesto la aparición de competidores para los bancos en ámbitos que van desde los pagos hasta las transferencias internacionales y los créditos. Una de las ventajas de esta competencia para los clientes es que ha arrojado luz sobre la forma en que las entidades financieras realizan sus operaciones.
La dificultad para los bancos está en que su propio legado echa a perder sus posibilidades. Por el contrario, las startups pueden empezar desde cero, implementando un código y bases de datos para desarrollar las herramientas y servicios adecuadas. Los bancos, sin embargo, han de crear servicios que se adapten a una infraestructura mucho más antigua y a menudo oxidada, lo que resulta sumamente caro y difícil de llevar a cabo.
Asimismo, por lo general, la transparencia que ofrecen las startups a sus clientes en sus modelos de pago contrasta totalmente con el tipo de comunicación tradicional de los bancos. Por todo ello, es previsible que más bancos renueven no solo lo que ofrecen en lo que se refiere a pagos, sino la forma en la que presentan sus costes.
Los clientes reclamarán el fin de la guerra de monederos 2.0
Con la urgencia por ofrecer servicios personalizados, incrementar la fidelidad de los clientes y obtener información de los mismos, cada vez más empresas ofrecen monederos electrónicos hechos a medida o aplicaciones de compras. En este sentido, el reciente lanzamiento de Apple Pay sería el caso más destacado.
Ha tenido una respuesta positiva de los usuarios, aumentado la notoriedad general del tema, a pesar de que el volumen de usuarios no es todavía muy elevado.Lo que está claro es que los compradores no quieren tener un monedero o una aplicación distinta para cada sitio en el que compren.
Por otra parte, aunque Apple tiene un buen enfoque, la colaboración o no de los minoristas con la empresa será decisiva a la hora de que Apple Pay triunfe. Por todo ello, creo que en 2015 la guerra de monederos móviles 2.0 continuará.
Las pymes exigirán más innovaciones de los proveedores de pagos móviles
Posiblemente el mayor impacto de los pagos a través del móvil ha sido el modo la posibilidad de que las pymes accedan a tecnologías que antes estaban reservadas a las grandes empresas. Me refiero, por ejemplo, a procesamiento de tarjetas, analítica o programas de fidelización, con los que pueden ofrecer servicios con los que no podrían haber soñado antes.
Esto supone también una mayor exigencia para los proveedores de pagos a través del móvil, que para sobrevivir, deben asegurarse de que sus productos se conviertan en un pilar clave de las operaciones de las pequeñas empresas y no sólo sirvan para facilitar pagos.
Tienen que proporcionar a las pymes sistemas que les permitan reducir el tiempo y los costes invertidos en tareas administrativas de la compañía, aumentar su competitividad general, etc. La innovación, por tanto, será la clave en 2015 para fidelizar al sector de las pymes.