Un futuro por escribir. Y un presente que ya ha llegado. El continente africano es ya una realidad de oportunidades para inversores y exportadores occidentales, incluidos españoles. Concretamente y superada la Primavera Árabe, el Magreb es, por su cercanía, extensión, joven y creciente población y abundantes recursos naturales, un mercado especialmente atractivo para nuestros empresarios. […]
Dirigentes Digital
| 28 ago 2014
Un futuro por escribir. Y un presente que ya ha llegado. El continente africano es ya una realidad de oportunidades para inversores y exportadores occidentales, incluidos españoles. Concretamente y superada la Primavera Árabe, el Magreb es, por su cercanía, extensión, joven y creciente población y abundantes recursos naturales, un mercado especialmente atractivo para nuestros empresarios. El PIB del África subsharariana crecerá casi al 6% de media y el Magreb lo hará al 4% en los próximos cuatro años. Asimismo el conjunto del continente alcanzará este ejercicio récords de inversión extranjera: un flujo de 84.300 millones de dólares según datos del Banco Africano de Desarrollo, Naciones Unidas y la OCDE.
Puerta del continente a Europa, Marruecos se consolida como uno de los destinos más atractivos para la inversión y la exportación continentales. El país vecino se beneficia, además de la proximidad con la UE -y de los profundos lazos que mantiene con Francia y España-, de una mano de obra barata y cada vez más formada, de unas clases medias en crecimiento -concentradas en las aglomeraciones urbanas del Gran Casablanca, Rabat- Salé, Tánger-Tetuán y Marrakech-, de un robusto crecimiento económico y un marco normativo favorable al comercio y la llegada de capitales foráneos. No en vano, Rabat y Bruselas firmaban en 2008 un Estatuto Avanzado en sus relaciones, marco que debe conducir al progresivo desmantelamiento de las barreras comerciales entre la UE y Marruecos.
Estabilidad y crecimiento
A diferencia de otros países de la región, Marruecos ha gozado de un escenario político y social estable desde 2011. Tras las primeras protestas inspiradas en la Primavera Árabe, el rey Mohamed VI -que es jefe de estado y máxima autoridad religiosa reaccionaba impulsando una reforma constitucional ratificada en referéndum en julio de 2011- destinada a profundizar en la democratización del régimen. En noviembre se celebraban elecciones generales, que daban como vencedor a un partido islamista por primera vez (el PJD) y aupaban a Abdelillah Benkirane al cargo de primer ministro. Con ello, el régimen monárquico que sigue gozando de una fuerte popularidad lograba contener las voces más agresivas que se habían echado a la calle.
La crisis económica y el potencial de crecimiento han convertido a Marruecos en un objetivo prioritario de nuestros empresarios -especialmente pymes- en los últimos años. España es -desde 2013- el primer cliente comercial de nuestro vecino del sur y segundo inversor. Marruecos es el segundo destino de nuestras exportaciones fuera de la UE tras EEUU (entre enero y septiembre de 2013 alcanzaron un valor de 4.129.829 euros y crecieron un 7,07% respecto al año anterior) y primer mercado en África. En torno a 1.000 empresas españolas ya operan de manera regular en Marruecos y unas 20.000 hacen negocio en él. Además, Marruecos es el tercer país árabe más rentable para invertir según el índice Rentabilidad 2014 que establece la revista estadounidense ‘Foreign Policy’. "Entre Marruecos y España existe un gran potencial económico que puede ser mutuamente beneficioso y cuya ampliación a otros países vecinos podría contribuir a la prosperidad regional", asegura Haizam Amirah Fernández, investigador principal de Mediterráneo y Mundo Árabe del Real Instituto Elcano.
No obstante, la evolución de la presencia de pymes españolas en Marruecos no ha corrido la misma suerte que la de las grandes multinacionales, muchas de las cuales está ausentes o han reducido su presencia en Marruecos. Ambas administraciones trabajan para revertir esta tendencia. Marruecos diversifica las relaciones económicas con otros países fuera de la UE como EEUU, el Consejo de Cooperación del Golfo, China, Rusia, Turquía y África Subsahariana. Según las previsiones de diversas entidades públicas y privadas, Marruecos crecerá este año en torno a un 4,6% y lo hará en registros similares en los próximos cuatro años- gracias en gran medida a la demanda doméstica, la inversión pública y el buen año en términos agrícolas. Marruecos lograba en 2013 incrementar el flujo de inversión extranjera directa un 20%.
Pero no todo son buenas noticias: se prevé asimismo un incremento de la inflación debido a la supresión de la subvención de combustibles en el marco de la reforma de la caja de compensación estatal (caisse de compensation). El primer cuarto de 2014 ha registrado una ralentización en el crecimiento del sector inmobiliario. El déficit público sigue siendo elevado: el Gobierno tendrá difícil cumplir con el objetivo de reducirlo al 4,9% del PIB este año y al 3,5% en 2016, como establece en la ley de presupuestos generales de 2014.
Además, las autoridades marroquíes son conscientes de la necesidad de diversificar su economía. Por sectores, el agrícola representa aún el 15% del PIB -y un 40% de la fuerza laboral, mientras que industrial y servicios suponen el 28,9% y 55,7% respectivamente según el Ministerio de Economía y Finanzas marroquí. Fosfatos y productos derivados han representado tradicionalmente una cuarta parte de las exportaciones de Marruecos al exterior. Pero la bajada en la demanda en Europa y Asia ha hecho caer las exportaciones en 23,3% en 2013. Por otra parte, subsisten graves problemas estructurales, como la pobreza, el educativo -una porcentaje situado en torno al 45% de la población es analfabeto, el elevado desempleo juvenil o la falta de formación de la mano de obra, lo que que seguirá lastrando las oportunidades de un mercado potencial de más de 33 millones de personas.
Los sectores comerciales más atractivos para las firmas españolas incluyen una larga nómina, según recuerdan a DIRIGENTES en la Oficina Comercial de la Embajada de España en Marruecos: equipamiento agrícola e industria auxiliar agroalimentaria; exportaciones vinculadas al sector del automóvil -y, concretamente, a la fábrica Renault en Tánger; semifacturas industriales (metálicas, eléctricas, mecánicas); materias primas (madera, plástico); equipamiento en general -en particular para la industria textil; equipamiento y gestión turística; servicios de transporte y logística; servicios de ingeniería y consultoría; sector de la distribución (incluye franquicias); sanidad; exportación de sistemas de gestión en todos los ámbitos (desde logística a sanidad); material y equipamiento de construcción.
Puede leer el reportaje completo en la revista Dirigentes de julio y agosto