La década de los noventa atrajo grandes flujos de capital a la región gracias a sus numerosas privatizaciones, bajos costes y altos márgenes. En cambio, en 2014 y 2015 nos encontramos un escenario donde algunas de sus principales potencias están viviendo una desaceleración económica. El traspiés de economías como la brasileña o la venezolana hacen […]
Dirigentes Digital
| 28 may 2015
La década de los noventa atrajo grandes flujos de capital a la región gracias a sus numerosas privatizaciones, bajos costes y altos márgenes. En cambio, en 2014 y 2015 nos encontramos un escenario donde algunas de sus principales potencias están viviendo una desaceleración económica.
El traspiés de economías como la brasileña o la venezolana hacen que los inversores miren la región con cautela. Al menos, eso es lo que demuestran los últimos datos publicados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) que señalan que, durante 2014, la inversión extranjera directa (IED) cayó un 16%, hasta los 158.803 millones de dólares.
Según la Comisión, "éste resultado revierte la tendencia de crecimiento observada en la última década (solo con caídas en 2006 y 2009), ya que se proyecta una nueva baja para este año".
La desaceleración económica de la región y los menores precios de los productos básicos de exportación son las causas que Cepal atribuye para justificar este desplome.
Aunque la región también ha seguido la tendencia ya que, "en el mundo, la IED cayó un 7% en 2014 con respecto al año anterior, aunque las entradas a los países en desarrollo aumentaron 5%, principalmente gracias al desempeño de Asia". Además, el organismo determina que la participación de Latinoamérica y el Caribe en estos flujos mundiales alcanzó 13%.
‘Receta’ para el futuro
"Para la CEPAL, las políticas de los países de América Latina y el Caribe no deberían orientarse a recuperar los montos de inversión extranjera directa alcanzados en la última década, sino a atraer aquella IED que contribuya a la diversificación productiva", determina Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva del organismo regional.
"Esto significa articular la IED con políticas industriales y estrategias nacionales de desarrollo basadas en la igualdad y la sostenibilidad ambiental", enfatiza Bárcena.