El pasado miércoles, como si de una película se tratase, varios dirigentes de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) fueron detenidos en Suiza a petición de la Justicia estadounidense, que solicitó su extradición para juzgarlos por presunta corrupción. La operación fue llevada a cabo a primera hora de la mañana por la Policía suiza […]
Dirigentes Digital
| 29 may 2015
El pasado miércoles, como si de una película se tratase, varios dirigentes de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) fueron detenidos en Suiza a petición de la Justicia estadounidense, que solicitó su extradición para juzgarlos por presunta corrupción. La operación fue llevada a cabo a primera hora de la mañana por la Policía suiza en el lujoso hotel Baur au Lac en los Alpes, donde los dirigentes se reúnen para su encuentro anual, y, tras pedir las llaves en conserjería, los agentes se dirigieron a las habitaciones para proceder a los arrestos, según informó "The New York Times".
La Unión de Asociaciones de Fútbol Europeas (UEFA) solicitó entonces el aplazamiento de las elecciones al entender que no es el mejor momento para que se celebren e incluso su presidente, el francés Michel Platini, ha pedido la dimisión de Blatter, al que apoyó en las anteriores elecciones, pero con el que esta enfrentado desde hace algunos meses. El organismo continental apoya al Príncipe Alí Bin Al Hussein, aunque no en su totalidad. Algunas federaciones representativas como la de Rusia, en palabras de su presidente del país, Vladimir Putin, han mostrado su confianza en Blatter, o la de España, donde Ángel María Villar es un hombre afín al suizo.
El encuentro sigue en pie, y este viernes ha comenzado el 65° Congreso de la FIFA. En el marco de este escándalo por corrupción, 209 federaciones con derecho a voto debían decidir entre Joseph Blatter y el príncipe jordano Ali bin al Hussein. Uno de los hechos más destacados en la previa de esta jornada ha sido la retirada del apoyo a Blatter por parte de la federación de Nueva Zelanda, lo que hace ver que el histórico dirigente continúa perdiendo apoyos. "Teniendo en cuenta la evolución en las últimas 48 horas -que han sido profundamente dolorosas para todos los que aman el fútbol- la federación de Nueva Zelanda cree que es esencial un cambio dentro de la FIFA. El comité ejecutivo cree que el verdadero cambio sólo puede ser implementado con un nuevo presidente y por lo tanto, hemos optado por apoyar la elección del príncipe Ali bin al Hussein", expuso la Federación en un comunicado.
Este será el quinto periodo de Blatter al frente de la FIFA, cargo que en los últimos ha estado salpicado siempre por la sombra de las malas prácticas, sobre todo en las adjudicaciones a Rusia y Catar de los Mundiales de 2018 y 2022, principalmente sobre el segundo, que finalmente se disputará pese a la oposición de las ligas europeas en fechas invernales. La Comisión Ética de su organismo le eximió en su momento y ahora los investigadores han indicado que no está acusado de nada.
En torno a este asunto, que se ha terminado convirtiendo en una cuestión política, más que deportiva, el primer ministro británico, David Cameron, abrió el fuego con una declaración difundida por su vocero oficial en la que anunció su "total respaldo" a la decisión de la federación inglesa de apoyar la candidatura del príncipe jordano Ali Bin al Hussein como presidente de la FIFA.
El mensaje sucedió a un ácido debate parlamentario en Londres, en el que se analizó incluso la posibilidad de promover un boicot europeo contra el Mundial de Rusia 2018 y Catar 2022 si no se revisaba la asignación de esas sedes, ante las sospechas de corrupción. Por su parte, Estados Unidos ha confirmado que también respalda al jordano.
Lujo extremo
Es por todos conocido que la FIFA es pura ostentación, pasando por alto lo que reza uno de sus fundamentos: "Es una comunidad sin ánimo de lucro de 209 asociaciones". Como se remarca una y otra vez en su Informe de Finanzas de 2014, que deberá ser aprobado justo antes de la votación, este organismo ha obtenido unos ingresos de 5.718 millones de dólares en los últimos cuatro años, mientras que los gastos ascendieron a 5.380 millones, lo que supone un beneficio de 338 millones en este periodo. Caviar, champan, hoteles de lujo, Mercedes de más de 60.000 para los representantes de cada federación… estos son sólo algunos de los gastos que figuran en las cuentas Del organismo.
¿Qué pierde la FIFA con esta investigación?
Detrás de Mandela Square, en Johanesburgo, está Michelangelo Hotel, un complejo de lujo donde se hospedaron los más altos ejecutivos de la FIFA durante el Mundial de Sudáfrica 2010. Una mañana Michel Platini, ‘jefe’ del fútbol europeo, entró al lobby, se dirigió al restaurante, tomó un jugo de naranja y fue directo a la mesa donde estaba Nicolás Leoz, en ese entonces presidente de la Conmebol, para saludarle y después irse a su habitación. Nicolás permaneció un buen rato en el restaurante y en su mesa (compartida con altos directivos) surgió uno de los más grandes debates en la historia del fútbol. "Mira, le dijo a otro directivo, lo de los Mundiales del 2018 y el 2022 ya está definido, serán en Catar, Rusia o Estados Unidos".
Años después, se ha sabido que detrás de aquella frase hay una historia de sobornos, lavado de dinero y tráfico de influencias porque hay muchos intereses en juego para la FIFA, los patrocinadores y las empresas de televisión. Según algunos informes, el Mundial tiene al menos 12.057 millones de telespectadores (cada partido 188 millones.
El negocio de la FIFA ha crecido un 2,3% en los últimos ocho años, según detallan los informes financieros publicados por algunos medios latinoamericanos, que además prevén que entre el Mundial de Rusia 2018 y Catar 2022, los ingresos superen los 10.000 millones de dólares.
No hay ningún país (según la lista de televisiones que publicó FIFA antes del Mundial de Brasil) que no tenga al menos una cadena que emita los encuentros en directo, desde los más pobres como Níger, hasta el canal del Vaticano.
La FIFA llena sus arcas de dinero por tres vías: los ingresos operativos (licencias de marcas, tasas de partidos, programa de calidad), los financieros (cambio de moneda extranjera, activos financieros y por los intereses) y el último son los eventos (donde se incluye derechos de TV, pero también los de comercialización).
Por eso, cuando los patrocinadores y miembros han levantado la voz, tras el escándalo de corrupción, el organismo se ha puesto a temblar por miedo a que se produzca una desbandada de inversores que huyen de ser relacionados con este tipo de delitos. Si finalmente esto sucediera, la expectativa de ingresar 10.000 millones de dólares hasta el 2022 corre riesgo (aunque tienen asegurados por contrato al menos 3.200).
El primer patrocinador en comunicarle su malestar a la Asociación ha sido VISA, que ha declarado que han "informado a la FIFA que someteremos nuestra colaboración a revisión". Junto a Visa, Hyundai-KIA Motors, Adidas, Coca-Cola y Gazprom son los patrocinadores permanentes.