La encuesta, realizada con las respuestas de 303 asesores, indica que el 81% de estos profesionales sitúan a los ETFs como la principal recomendación para sus clientes entre 17 opciones de distintos vehículos de inversión. El estudio refleja esta tendencia de crecimiento en la gestión pasiva desde 2006, cuando sólo el 40% de los encuestados aseguraban utilizar o recomendar estos productos a sus clientes. Ese porcentaje aumentó al 44% 2008, al 79% en 2014, y al 81% este año.
Y la tendencia es que la cifra siga aumentando. Así, el 51% de los asesores planea incrementar el uso de estos productos financieros en los próximos 12 meses. Ningún otro vehículo de inversión mostró este nivel de crecimiento en la encuesta. Por ejemplo, solo el 23% de los asesores planea aumentar el uso de fondos de inversión, y un 22% el de la inversión directa a través de acciones.
"Los ETFs siguen creciendo en popularidad entre los asesores y los inversores gracias a su rentabilidad tradicional, la eficiencia fiscal, transparencia, flexibilidad y liquidez", explica Valerie Chaillé, directora de gestión de FPA. Sin embargo, Chaillé reconoce que "el entorno de los ETFs se ha vuelto cada vez más complejo en los últimos años", por lo que advierte que es fundamental que los asesores entiendan todos los matices de estos productos y que sepan transmitir a sus clientes toda la información, su coste y los riesgos que implican.
La encuesta también muestra cómo los asesores mantienen una positiva visión económica en el largo plazo, con el 51% mostrándose optimistas para los próximos cinco años. Una cifra que cobra más relevancia si se compara con solo el 41% que así se muestra para los próximos seis meses.
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