Las previsiones sobre el crecimiento global para 2016 de la firma se mantienen intactas en el 2,5%, "ya que la rebaja de nuestras estimaciones para EEUU y Japón se ve compensada por el aumento de las de la Zona Euro y China". En general, esperamos que la inflación global aumente hasta el 2,2% este año (desde el 1,8% en 2015) y hasta el 2,4% en 2017.
Respecto a EEUU, los expertos esperan que la Fed retrase su subida de tipos a septiembre, a pesar de estar muy cerca de la fecha de las elecciones presidenciales. "Seguimos esperando que se suban los tipos de los fondos federales en dos movimientos hasta el 1% antes del cierre de 2016 y otros dos hasta el 1,5% de cara a finales de 2017", indican.
Desde la firma han revisado al alza su previsión de crecimiento para la Zona Euro, esperando que el crecimiento del PIB se acelere hasta el 1,8% interanual de cara a finales de 2016, para después volver a moderarse hasta el 1,6% a lo largo de 2017.
También revisan al alza la inflación general del 0,7% para 2016 al 0,5% y del 1,6% para 2017 al 1,2%. "Seguimos esperando que la inflación mejore durante el resto del año, a medida que el lastre que suponen los precios de los alimentos y la energía salga de la comparativa anual, pero creemos que la inflación general podría repuntar en menor medida y situarse en un nivel inferior al 1,5% en 2017", advierten.
Las perspectivas en materia de política monetaria se mantienen prácticamente intactas, apuntando a un nuevo recorte en los tipos de los depósitos (asumimos que los situarán en el -0,5% en septiembre), "si bien también es posible que amplíe su programa de expansión cuantitativa más allá de marzo de 2017".
En China, también aumentan previsión de crecimiento hasta el 6,4%, pero advierten que "nos alejamos de la postura más optimista que aboga por el aumento de las cifras de crecimiento basándose en las expectativas de unos elevados niveles de estímulos. Además, ya estamos viendo indicios que apuntan a una situación cada vez más problemática entre las empresas y creemos que esto podría derivar en un obstáculo adicional".
Dentro de las economías emergentes, y si bien reconocen que 2016 sea otro año complicado para los BRIC, desde Schroders sorprenden al explicar que existen indicios que apuntan a una mejora general en 2017, con Rusia y Brasil dejando ya atrás el peor escenario.
En Brasil, la atención se centra ahora en si el nuevo Gobierno podrá enderezar el rumbo político. "Rebajamos nuestra previsión de crecimiento para 2016 hasta un -3,5% tras un decepcionante primer trimestre, pero mantenemos una visión más positiva para 2017. Mientras tanto, la inflación parece estar remitiendo por fin, y, en un contexto de ausencia de envites inflacionistas, esperamos que los recortes de tipos empiecen en algún momento del tercer trimestre", explican. A su juicio, estos recortes de tipos, junto con una política más adecuada por parte del nuevo Gobierno, deberían facilitar la recuperación del crecimiento del PIB hasta el 1% que prevemos para 2017.
Del mismo modo, consideran que la economía rusa parece estar capeando la crisis del precio del petróleo mejor de lo esperado, y el PIB del primer trimestre ha sorprendido positivamente. "Seguimos esperando que el crecimiento se mueva en terreno ligeramente negativo (-0,1), pero parece probable que cambie de signo en un futuro cercano. Entretanto, gracias una modesta recuperación del rublo, la inflación ha empezado a mostrar una tendencia a la baja y esperamos una caída de 200 puntos básicos este año", explican, asegurando que si se produjeran más alteraciones en los precios del petróleo o una drástica alza de la tendencia del crecimiento, revisaríamos nuestras previsiones en materia de inflación y política monetaria.
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