En las variables de la submuestra de la EPA de 2014, se observa como ha parado la destrucción de empleo. Las personas desempleadas en 2014 procedían, en su mayoría, de situaciones previas de empleo. Así, de los 5.610.400 parados de media en ese año, 5.090.600 habían trabajado anteriormente. El principal motivo de haber dejado su […]
Dirigentes Digital
| 06 nov 2015
En las variables de la submuestra de la EPA de 2014, se observa como ha parado la destrucción de empleo. Las personas desempleadas en 2014 procedían, en su mayoría, de situaciones previas de empleo. Así, de los 5.610.400 parados de media en ese año, 5.090.600 habían trabajado anteriormente.
El principal motivo de haber dejado su empleo fue la finalización del contrato, que afectó a 2.424.600 parados con empleo anterior (el 47,6% del total) frente a 2.711.100 de 2013 (el 49,1%). Otro motivo de peso para acabar en el paro fue el despido o supresión del puesto, que afectó al 17,0% de los desempleados con experiencia laboral previa en 2014 (frente al 20,1% en 2013). En valores absolutos, los desempleados procedentes de despido o supresión del puesto disminuyeron hasta 864.300 desde los 1.109.300 del año anterior.
Pero también demuestra como el desempleo se enquista entre los parados de larga duración. La creación de empleo empezó a producirse a finales de 2013, con lo que el paro, lentamente, ha comenzado a descender. Pero la incorporación al mercado laboral está dejando de lado a los parados de más larga duración. Mientras la tasa paro bajaba, el número de parados que llevan más de tres años en paro se disparó en 2014. En concreto, un 9,5% hasta 1.397.000.
Los detalles de la EPA, también ofrecen datos interesantes como influye el sector de estudios en el estado laboral. La población de 16 y más años formada en Informática presentó unas tasas de actividad superiores al 90% en el año 2014, al igual que las personas formadas en Veterinaria. Por sexo, las mujeres especializadas en Veterinaria alcanzaron una tasa de actividad del 96,61%. Y los hombres especializados en Informática, del 91,50%.
Por el contrario, las personas con Programas de formación básica presentaron tasas de actividad inferiores al 50%. En el caso de las mujeres, estas tasas se situaron en el 41,06%. El nivel de formación alcanzado es, por tanto, un factor determinante de la tasa de actividad de la población, tanto de su cuantía como de la distancia entre la tasa masculina y femenina.