Las últimas revisiones de organismos clave como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial reflejaban la prudencia ante el crecimiento del PIB mundial. Y es que, los últimos acontecimientos invitan a mirar el futuro con cierta perspectiva. La inestabilidad política en Grecia, los malos datos macroeconómicos que llegan desde Asia… Todo apunta a […]
Dirigentes Digital
| 23 ago 2015
Las últimas revisiones de organismos clave como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial reflejaban la prudencia ante el crecimiento del PIB mundial. Y es que, los últimos acontecimientos invitan a mirar el futuro con cierta perspectiva.
La inestabilidad política en Grecia, los malos datos macroeconómicos que llegan desde Asia… Todo apunta a que los próximos meses, la economía mundial tendrá que enfrentar numerosos retos. Pero, ¿qué factores pueden convertirse en el motor?
Janwillem C. Acket, economista jefe de Julius Baer, banco privado suizo, ofrece su visión de la economía global para la segunda mitad del año. Según el experto, el crecimiento mundial se verá impulsado en los próximos meses por cuatro motores: Norteamérica, en especial EE. UU; Europa, en torno a la eurozona; Asia oriental, apoyada en China y, por último, Japón.
Por otro lado, apunta que el crecimiento de los mercados emergentes se encuentra aletargado y que, aunque prevé que en general las políticas monetarias a nivel global sigan siendo expansivas en el medio plazo, espera subida de tipos en EEUU a finales del año, por lo que cree que la subida de los rendimientos de los bonos a largo plazo solo es cuestión de tiempo.
Estados Unidos vs. China
El experto considera que EE. UU. y China crecerán, aunque lo harán a un ritmo más lento que el año pasado. En cambio, Acket apunta a que el impulso del crecimiento será mayor en la eurozona y Japón.
EE.UU. se está recuperando de la contracción cíclica que sufrió en el primer trimestre de 2015 y la reciente mejora del consumo respaldará un repunte moderado del crecimiento en la segunda mitad del año, señala el economista jefe de Julius Baer.
La economía china sigue ralentizándose, dado que se encuentra en plena transformación, fomentando la demanda doméstica y reformando su sistema financiero. Sin embargo, desde el banco esperan que el aumento del gasto fiscal en infraestructuras de energía y transporte y de estímulos monetarios, como las recientes rebajas de tipos de interés y requerimientos de capital a los bancos, ayuden a estabilizar las condiciones económicas a lo largo de 2015.
El crecimiento medio de China quedará bajo el 7% y será superado por el dinámico crecimiento de la India este año, según Acket. Pese a todo, el economista destaca que China sigue siendo la segunda mayor economía del mundo con diferencia: supone aproximadamente una sexta parte del PIB mundial y es el triple de grande que la tercera mayor economía mundial, India. Con el peso de estos gigantes, la región de Asia emergente seguirá siendo la mayor fuente de crecimiento a escala global.
¿Y la Zona Euro?
Pese a los problemas latentes en Grecia y también, no lo olvidemos, en Ucrania, la eurozona mostrará la recuperación más dinámica en los próximos meses gracias a cuatro impulsos que beneficiarán sobre todo a España junto al líder Alemania, según el experto.
Un euro más depreciado; unas materias primas en general más baratas, en especial el crudo; los frutos de la gran reestructuración empresarial que ha tenido lugar desde 2010 y, por último, como resultante de los tres impulsos anteriores, la recuperación del mercado interno de la región del euro serán las claves del crecimiento en la región.
Además, según la entidad suiza, esto último beneficiará especialmente a España a través del comercio y el turismo. Tomando la delantera de las reformas económicas en los últimos años, España es el mayor ejemplo de una economía que se ha asegurado un futuro más brillante, en un mundo hostil e implacable lleno de competencia global.
El cuarto pilar, Japón
La economía nipona, según Acket, está experimentando una mejora en las inversiones y una recuperación del consumo privado tras las agresivas medidas de estímulo fiscal y monetario y la devaluación del yen. Incluso aunque las reformas aún tienen que hacer efecto del todo, tenemos sobre la mesa una recuperación comparable en fortaleza a la de la eurozona.