Sin apenas catalizadores, respaldados por el BCE y con la vista puesta en la reunión de la autoridad monetaria estadounidense del miércoles, los inversores han optado por mantenerse al margen, mientras las autoridades europeas y helenas tratan de alcanzar un acuerdo que permita a Grecia recibir el siguiente tramo de ayuda.
De momento, al mercado no le inquieta Atenas, pero los expertos no la pierden de vista. "Este es un factor de riesgo a tener en cuenta por lo que habrá que seguir muy de cerca los acontecimientos en el país en los próximos días", afirman desde Link Securities.
"Seguiremos pendientes de las negociaciones entre Atenas y la Unión Europea (UE) para acordar el paquete de reformas necesarias para que Europa desembolse nuevos fondos a una Grecia que muestra problemas de liquidez a corto plazo", coincide Renta 4.
José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, reitera que la cuestión helena "es el mayor reto político al que se enfrenta la Zona Euro, no tanto por el país en si como por lo que conlleva en términos de vuelta atrás en buena parte de la integración fiscal y política. Y hasta financiera, si lo ven desde una perspectiva amplio. Pero, al menos, siempre nos quedará el BCE. La misma expresión que decían los inversores nipones sobre el Banco de Japón (BoJ). Hasta hoy…"
Para la semana que viene, los analistas de ETX Capital estiman que "el escenario más razonable vuelvan a ser los números verdes para las principales plazas mundiales. En el caso del Ibex 35, creemos que podremos hacer una nueva tentativa para superar nuevamente los 11.250 puntos".
A la reunión de la Fed, la firm añade otro catalizador: los datos de inflación de la Zona Euro, "ya que, los efectos de las expectativas sobre las compras del BCE deberían de estar reflejados en los niveles de precios del mes de febrero. Un nivel de precios por debajo de lo esperado puede traer un efecto muy positivo en la renta variable y, una vez más otro descalabro de la moneda única".
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