Draghi ha sorprendido dando un puñetazo en la mesa anunciando la compra de deuda privada en el mercado. El dirigente del BCE ya había se había mostrado preocupado en la reunión de banqueros de Jackson Hole por la situación que atravesaba la
zona euro rozando la recesión con Alemania, Francia e Italia en caída, pero pocos esperaban que hoy fuera tan contundente.
Para empezar el BCE rebajó los tipos de interés del 0,15% al 0,05%, un gesto más simbólico que efectivo, que anticipaba que Draghi está comprometido con el crecimiento económico y que está dispuesto a abandonar la ortodoxia del Bundesbank, más preocupado por la reducción de la deuda pública de los países del euro y del control de déficit. "En el análisis para tomar la decisión se ha tenido en cuenta la debilidad del crecimiento, la dinámica contenida en materia monetaria y crediticia y la situación de baja inflación", ha explicado el banquero. Es decir, el BCE está muy preocupado porque el crédito no termina de fluir a la economía real y la caída de precios comienza a entrar en un terreno peligroso de deflación.
Tanto preocupa, que el BCE ha recortado sus previsiones de crecimiento. Espera que la economía de la Eurozona crezca este año un 0,9%, una décima menos de lo previsto en junio, mientras que en 2015 y 2016 el PIB de la región se expandirá a un ritmo del 1,6% y el 1,9%, respectivamente, frente al 1,7% y el 1,8% previsto con anterioridad.
El recorte de tipos no cambia el escenario de junio pero si lanza el mensaje al mercado de que el BCE está dispuesto a todo para apoyar el crecimiento, en línea con lo manifestado en Jackson Hole. "El principal objetivo del BCE ahora es facilitar el crédito a la economía real. Una vez que hemos tocado suelo estamos adoptando medidas necesaria". La decisión debería mover el dinero para que llegue a las inversiones y al consumo y no esté parado.
En este sentido, también ha recortado los intereses aplicados a sus facilidades de depósito y préstamo al sector financiero. Los bancos pagarán aún más por depositar su dinero en el BCE. Los depósitos a un día en la entidad tendrán un tipo del -0,20%, mientras que el tipo de interés aplicable a la facilidad marginal de crédito bajará al 0,30%.
Sin detalles de la compra de deuda corporativa
Por si no fuera poco en la posterior rueda de prensa, Draghi anunció que el BCE comenzará a partir de octubre a iniciar las compras de deuda privada en el mercado. El conocido programa ABS que consiste en adquirir préstamos corporativos de las
empresas a través de su titulización. En la teoría los bancos empaquetarán los créditos y préstamos concedidos a empresas para que se los quede el BCE asumiendo todo el riesgo y liberando balance de las entidades financieras. El objetivo es reanimar el crédito a familias y empresas de manera indirecta.
El presidente ha declinado sobre dar detalles de la operación hasta la próxima reunión de octubre. "Sobre el tamaño del programa, no merece la pena hablar de una cifra concreta. Es muy difícil valorarla.", ha señalado, aunque en la reunión se ha planteado destinar 500.000 millones y ha explicado que "en agosto hemos visto un empeoramiento del panorama a medio plazo de inflación y la recuperación económica estaba perdiendo ritmo, por lo que hemos decidido fortalecer las medidas".
Lo que más se ha atrevido a decir es que "compraremos una amplia cartera de bonos de titulización de activos simples y transparentes garantizados contra el sector privado no financiero de la euro zona". Para algunos expertos la medida sin conocer los detalles genera dudas de su eficacia. Desde el servicio de estudios de La Caixa advierten que el mercado de titulizaciones es limitado. "A cierre de 2013, el saldo vivo total de operaciones titulizadas era de 1,54 billones de euros, de las que tan solo el 8,5% corresponden a ABS respaldados por créditos a pymes. Se trata de un volumen pequeño en relación con mercados como el de bonos corporativos o el de deuda soberana".
También inciden sobre el riesgo que está dispuesto asumir el BCE en la calidad de los activos que podría comprar. Aunque Draghi no ha dicho nada al respecto, en junio dijo que no comprarían emisiones vinculados a hipotecas. También echan en falta que si adquirirá nuevas emisiones o intervendrá en el mercado con las ya existentes. El presidente ha resaltado que las medidas de hoy están orientadas a facilitar el crédito, "compraremos de forma directa pero solo si hay garantías".
Draghi también se ha referido a adoptar nuevas medidas al estilo Quantitative Easing de la Reserva Federal. "Nos hemos quedado en el camino de en medio pero los gobernadores han dejado claro que les gustaría hacer más", ha subrayado.