Gestoras y asesores a la conquista de Latinoamérica

Buscar alianzas estratégicas con otras gestoras locales para desarrollar negocio en Latinoamérica. Es la idea con la que desde hace meses trabajan los directivos de Abante. Y solo un ejemplo de la oportunidad que los grandes patrimonios latinoamericanos pueden suponer para la industria de gestión de activos española. Para empezar, porque se trata de un mercado hermano en el que solo por acercamiento cultural, el valor añadido puede ser mucho mayor.

En este escenario, los expertos de Morgan Stanley y Campden Wealth acaban de elaborar un informe en el que analizan las tendencias de la riqueza familiar en la región. El documento aglutina el sentir de 45 directivos domiciliados en Argentina, Brasil, Chile, México y Venezuela, que representan más de 1.500 millones de dólares de patrimonio personal y 3.100 millones de ganancias empresariales en 2014.

Y las conclusiones pueden servir de ayuda a todos aquellos que quieran abordar este mercado, especialmente en el segmento de los ‘super ricos’ (UHNW, por sus siglas en inglés).

Una de las principales lecciones que se extraen del informe es que, sin duda, el inversor latinoamericano es más conservador que sus vecinos de EEUU. Por orden, la renta fija, los bienes inmuebles y la inversión privada son los tipos de activos favoritos de los 45 directivos y altos patrimonios consultados, con una asignación media en cartera del 21%, 19% y 18%, respectivamente. Dentro de la inversión privada la encuesta incluye la inversión directa, el venture capital, los fondos de inversión, el coinvesting, e inversión bancaria sindicada.

Aproximadamente el 10% de los encuestados mantiene hasta el 30% de sus activos en efectivo o equivalente. La agricultura fue nombrada por aproximadamente el 5% de encuestados, y constituye el 5% de sus carteras.

Objetivos de inversión

También se observa cierta divergencia entre los objetivos de inversión de este colectivo. Un 41% de los consultados prefieren la preservación del patrimonio, frente al 30% que apuesta más por el crecimiento. "Esta situación está quizás relacionada con los contextos nacionales, marcadamente diferentes, en los que se encuentran los ejecutivos de empresas familiares. También hay que tener en cuenta que los consultados están llamados a ejecutar una doble función: mantener el patrimonio familiar como decisión que afecta a la familia, mientras hacen crecer el negocio, como gerentes corporativos", indican los expertos.

El cuadro demográfico de la encuesta evidencia que el 70% de los participantes son herederos de patrimonio, y un 39% ‘creadores’ del mismo. "Por ponerlo de forma concisa, buscan la preservación de la inversión, y el crecimiento del negocio", indican los autores del informe.

Los expertos consideran que la complejidad del cuadro de las estrategias de gestión de patrimonios viene a confirmarse especialmente tras analizar el nivel de riesgo de inversión que los ejecutivos están dispuestos a asumir para generar ganancias. "La mayoría (70%) afirma asumir riesgos moderados para posibles ganancias moderadas, aunque la preservación del patrimonio sea el objetivo principal de su gestión", explican.

Para la mayoría, la plataforma de gestión de patrimonio familiar (family office) es la estructura favorita para la gestión de patrimonio personal. De hecho, el 27% gestiona su patrimonio internamente.

¿Dónde estarán las oportunidades?

De hecho, una minoría (solo un 18%), confía en lo que los expertos denominan ‘asesor básico‘, una persona con una larga relación con la familia y que ha sido designado por miembros de la familia de mayor edad. "Aunque los asesores internos básicos aporten consejos valioso en riesgos directos y cuestiones menos complicadas, como estrategia de inversión y sucesión, por si mismos no pueden resolverlo todo", advierten los expertos.

Así, la compleja situación macro y política en algunos países debería justificar una mayor atención a las oportunidades y riesgos de inversión, "lo que incluye seleccionar los mejores suministradores de servicios de asesoría tanto locales como internacionales para enfrentarse a los objetivos y retos identificados", aconsejan.

Según la encuesta, entre los servicios de asesoramiento que requieren esa mayor especialización se encuentran la gestión de riesgos de cambio de divisas, "que necesita de una supervisión activa y de un balance lo suficientemente grande para asumir las caídas", así como el conocimiento del mercado de fondos offshore, "que también requieren especialización específica y acceso a recursos internacionales".
 

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