Norauto obtiene las certificaciones de ‘compliance’ penal y antisoborno de AENOR

Norauto la cadena de mantenimiento integral del automóvil, ha conseguido la doble certificación de ‘compliance’ penal y antisoborno por parte de AENOR, según las normas UNE 19601 e ISO 37001, respectivamente. Estos certificados demuestran que la compañía cuenta con todos los procesos necesarios para detectar y prevenir el soborno y las infracciones penales. Un paso más de Norauto hacia la transparencia, el cumplimiento normativo, la honestidad y la integridad. Un referente en el sector que se encuentra en la búsqueda constante de soluciones para ofrecer el mejor servicio y calidad al usuario, reforzando la confianza de sus clientes, sus trabajadores, sus proveedores y también de las administraciones.

Por un lado, la norma nacional ‘UNE 19601’ pone en valor las mejores prácticas para prevenir y detectar posibles delitos en las compañías, mientras que el estándar internacional ‘ISO 37001’ establece los mecanismos que deben aplicar las organizaciones para prevenir y detectar actuaciones de corrupción y soborno. Obtener los certificados según ambos documentos no es una tarea fácil, ya que las empresas deben superar varios procesos y cumplir con altos estándares de calidad.

“Estas certificaciones ponen en valor el firme compromiso de la compañía Norauto en adoptar un modelo de organización responsable, eficaz y acorde con la ley basado en las buenas prácticas éticas y empresariales”, afirma Amparo Expósito Responsable Jurídico de Norauto, quien ha indicado que estas dos certificaciones garantizan precisamente que el sistema de prevención de delitos implementado por Norauto contiene las medidas necesarias para prevenir y detectar la comisión de delitos y actos de corrupción, pues con ellas se pone de manifiesto la alineación de la empresa con los más altos estándares nacionales e internacionales en esta materia.

Norauto demuestra con estas dos certificaciones su compromiso y promoción de la integridad, la transparencia, la honestidad y la ética afianzando así el principio de “tolerancia cero” frente a la corrupción o cualquier conducta que entrañe un riesgo penal. Unos valores que son transmitidos a sus trabajadores, clientes y proveedores en el día a día.