La gran preocupación de Ignacio Sánchez Galán es mantener las calificaciones de deuda de la compañía para controlar los costes de financiación en los mercados. Hasta el momento lo está con la aplicación de un agresivo plan de desinversiones. Iberdrola se mantiene como una de las eléctricas más endeudas de Europa con un pasivo que supera los 25.658 millones de euros.
Dentro de la hoja de ruta de la eléctrica vasca, está deshacerse de activos no estratégicos en el menor tiempo posible. La compañía en los últimos años se ha autoimpuesto un plan adelgazamiento que entre otras consecuencias incluye una rebaja de sus previsiones de crecimiento y rebajar la deuda por debajo de los 25.000 millones en 2016. Por eso mantiene el ritmo de venta de activos. El último es la división de telecomunicaciones que se encarga de dar servicio a la producción y distribución del propio sistema eléctrico del grupo, además de ser proveedor de clientes externos. Este negocio aportó 28,8 millones en 2013.
Este movimiento de externalizar este tipo de servicios no es nuevo en el sector. En junio, su competidora Gas Natural Fenosa vendió su filial de telecomunicaciones por 510 millones. Una cifra que sirve de referencia para poner precio a la operación. Según fuentes del mercado, están interesados los fondos de inversión Cinven y Gala Capital. El primero fue quien cerró la operación con Gas Natural.
Iberdola con la operación está a punto de cumplir con el objetivo que se había marcado la compañía de desinvertir 2.500 millones en cuatro años. Consultadas fuentes de la compañía declinan hacer comentarios sobre futuras operaciones y afirman que lo comunicaran a la CNMV como han venido haciendo en otras desinversiones. Además, explican que la compañía cuenta con un amplio margen de tiempo para revisar el portfolio de activos no estratégicos para sacarlos a la venta.
Solo en los primeros seis meses ha logrado ingresos por valor de 868 millones. Tras el cierre de resultados del segundo trimestre, vendió un 25% de Bahía Bizkaia Electricidad (BBE) a BP Global Investments, propietaria hasta el momento del 50% de la sociedad, por unos 111 millones. Y en junio, Iberdrola y Toshiba alcanzaron un acuerdo la venta de la participación del 50% de NuGen, encargada de desarrollar el proyecto nuclear Moorside por 107 millones. También en este ejercicio se deshizo de su participación en EDP y de la sociedad Itapebi Geraçao de Energia.