España es el cuarto importador de vino en China. ¿Qué percepción se tiene en el gigante asiático del vino español? En los mercados de las ciudades grandes, como Pekín, Shanghai y Guanzhou, los consumidores están muy familiarizados con el vino español e incluso están ya empezando a valorar su calidad. Esto es muy importante porque […]
Dirigentes Digital
| 09 sep 2014
España es el cuarto importador de vino en China. ¿Qué percepción se tiene en el gigante asiático del vino español?
En los mercados de las ciudades grandes, como Pekín, Shanghai y Guanzhou, los consumidores están muy familiarizados con el vino español e incluso están ya empezando a valorar su calidad. Esto es muy importante porque hasta hace unos años, el consumidor chino consideraba que un vino era mejor si su precio era alto, como sucede con los vinos franceses. Los vinos de las denominaciones de origen Rioja y Ribera de Duero tienen muy buena aceptación.
En lo que va de año, China ha reducido las importaciones de vino extranjero excepto las de vino español, ¿a qué cree que se debe?
En China el vino siempre ha sido uno de los productos de lujo que se compraban con fondos públicos para regalar a los funcionarios y a los altos cargos, especialmente los vinos más caros. Este año, la campaña anticorrupción del gobierno está teniendo un gran impacto en este sector. Se han prohibido esos regalos y el sector del lujo está sufriendo pérdidas. Sin embargo, los vinos españoles nunca han dependido de ese tipo de consumo, de ahí que esa reducción en las importaciones no les haya perjudicado.
La buena cosecha de 2013 ha favorecido las ventas al exterior. Los vinos espumosos y cavas han aumentado un 12%. ¿En China también crecen las ventas de espumosos españoles?
Lo cierto es que las cifras son todavía bajas. Sin embargo, la mayor penetración del vino entre la población y la necesidad de diversificar el tipo de consumidores, está provocando que se promocionen más este tipo de caldos. Por eso, las perspectivas de venta de estos vinos son muy positivas. El cava podría sustituir parte del consumo de champán francés.
Respecto a su labor de educador, ¿qué aspectos del vino español le resultan más difíciles de transmitir al consumidor chino?
Les cuesta asimilar que en un país no muy grande como España haya tantas denominaciones de origen y también tantos tipos de uva.
China está produciendo sus propios vinos. ¿Cree que podría suponer en un futuro la reducción de las importaciones de vino extranjero?
Todo lo contrario. El hecho de que China produzca vino significa que la cultura vinícola está calando en el país. Por eso creo que crecerá el número de consumidores y, por tanto, también aumentará la demanda de caldos extranjeros para abastecer al mayor consumidor del mundo.
Se ha hablado mucho de que hay que hacer vino para el consumidor, ajustado a sus gustos, ¿es ese el camino para ganar presencia en China?
No creo que ese sea el camino. No hace falta ajustarse a los gustos sino enseñar, educar al consumidor a valorar la calidad de cada caldo. Para eso también es fundamental incidir más en la promoción a base de campañas y eventos dirigidos a los líderes de opinión.