Tras las últimas cifras publicadas, es el dato de crecimiento el que ofrece más dudas. La proyección del Banco Central para lo que queda de 2014 está entre el 1,75% y el 2,25%, aunque afirma una mejora gradual para 2015. A pesar de todo, el organismo regulador de la política monetaria ha reconocido que, en […]
Dirigentes Digital
| 08 sep 2014
Tras las últimas cifras publicadas, es el dato de crecimiento el que ofrece más dudas. La proyección del Banco Central para lo que queda de 2014 está entre el 1,75% y el 2,25%, aunque afirma una mejora gradual para 2015. A pesar de todo, el organismo regulador de la política monetaria ha reconocido que, en el último trimestre, "la mayor novedad provino de la actividad y el gasto interno, cuyo desempeño fue bastante más débil que lo previsto". Este debilitamiento hizo que, en los últimos tres meses, el PIB creciera un 1,9% y la demanda interna cayera 0,9% anual.
El sector manufacturero, el comercio mayorista y el motor también están mostrando signos de debilitamiento. Aunque tampoco hay que olvidar otros problemas como el alto precio de la energía o el descenso del precio del cobre (Chile es mayor productor de cobre del mundo). Por su parte, el Fondo Monetario Internacional ha revisado a la baja su proyección de crecimiento para 2014, dejando claro un escenario de desaceleración. En cambio, el Gobierno confía en la fortaleza de sectores como la minería y los servicios para lograr un repunte.
Nuevo paquete de reformas
Para poner freno a esta desaceleración y encauzar el ritmo de crecimiento, la presidenta del país, Michelle Bachelet ha puesto en marcha un paquete de reformas que se llevarán a cabo en un plazo de cuatro años. De esta forma, el Ejecutivo pretende crear 11.500 nuevos puestos de trabajo e insuflar 2.600 millones de dólares en la economía a través de una inversión contemplada hasta marzo de 2016.
En busca de inversores
Jorge Pastrana y Fernando Jorge Diaz, analistas de Citi, apuntan que detrás del bajo crecimiento está el debilitamiento de la demanda interna, particularmente de la inversión y el consumo privado. Quizás por esto la presidenta chilena haya anunciado una fuerte inyección de recursos fiscales durante 2015 para poner freno a la desaceleración que cada día cobra más fuerza.
De esta forma, desde La Moneda, también se pretende estimular el mercado laboral y rebajar la tasa de paro que actualmente se encuentra en el 6,5%, un nivel ligeramente superior que el registrado hace un año. Desde el propio Informe sobre Política Monetaria del Banco Central de Chile apuntan que "el mercado laboral ha dado señales de menor dinamismo, pero la tasa de desempleo sigue baja y el crecimiento de los salarios nominales aumentó". Independientemente al baile de cifras, parece que el Gobierno chileno pretende acelerar el paso y escapar de la recesión que ya vive Brasil. ¿Lo conseguirá?