La primera pregunta que el inversor puede hacerse ahora es si Andorra es realmente un paraíso fiscal. Desde luego, no lo es formalmente. Aunque aún mantiene secreto bancario, en 2010 firmó una serie de convenios con otros países, incluido España, para cumplir las normas de la OCDE en materia de intercambio de información fiscal. Unas […]
Dirigentes Digital
| 12 mar 2015
La primera pregunta que el inversor puede hacerse ahora es si Andorra es realmente un paraíso fiscal. Desde luego, no lo es formalmente. Aunque aún mantiene secreto bancario, en 2010 firmó una serie de convenios con otros países, incluido España, para cumplir las normas de la OCDE en materia de intercambio de información fiscal. Unas medidas enfocadas directamente a lavar la cara de un país que quiere marcar distancias con otros paraísos fiscales, mejorando su reputación como plaza financiera.
En la visita que el pasado enero realizó el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al Principado, el ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, vino con un nuevo convenio bajo el brazo mediante el que se establecía el fin de la doble imposición fiscal que, entre otros aspectos, permitirá ampliar el intercambio de información.
Ha sido precisamente Hacienda quien ha dejado claro que abrirá una investigación a Banco Madrid y a BPA por las acusaciones de posible blanqueo de dinero a partir del regularizado por sus clientes. Según explica Reuters, el fisco actuará de forma similar a como procedió con el HSBC tras desvelarse los nombres de la llamada lista Falciani. Es decir, se investigará a todos aquellos clientes con cuentas en BPA y Banco Madrid que se acogieron a la amnistía fiscal.
Sobre la mesa, dos temores principales. El primero, la gravedad en sí misma de la acusación que pesa sobre BPA. Especialmente porque si la investigación da sus frutos, la entidad tendría que dejar de operar con bancos estadounidenses. Según datos de la Associació de Bancs Andorrans, los depósitos de BPA ascendían a cierre de 2013 a 1.516,23 millones de euros. De esa cifra, 480,91 millones se desglosan en "moneda extranjera". Y es probable que un alto porcentaje esté en dólares, por lo que una decisión negativa desde EEUU puede hacer un fuerte estropicio a la entidad andorrana, amén de la multa a la que tendría que hacer frente. Incluso se ha llegado a tocar el tema de una posible liquidación de la entidad si la investigación de EEUU confirma las acusaciones de blanqueo. Algo que podría forzar incluso la venta de Banco Madrid, en el que la entidad andorrana mantiene el 100% del capital.
Y aquí llega la segunda cuestión. Fuentes financieras reconocían ayer a DIRIGENTES que en estos dos últimos días se han producido diversas reuniones entre los cinco grandes grupos bancarios, miembros del Gobierno y los reguladores. En ellas, la palabra "reputación" pesaba más que cualquier otra sobre los asistentes. Y es que este ‘revés fiscal’ es más peligroso si cabe si se tiene en cuenta que, según la Associació de Bancs Andorrans, el sistema financiero representa un 19% del PIB del país.
Pasos para borrar un estigma
No se trata solo de la reputación del sistema bancario. Sino de la de toda Andorra, que lleva años siendo protagonista de la batalla contra el blanqueo de capitales. Aún así, los pasos son lentos y tortuosos. Y todo a pesar de que los expertos aseguran que la Unión Europea deja de recaudar cada año por la evasión y la elusión fiscal 1 billón de euros.
Los años de crisis financiera global sí han acelerado algo este proceso, especialmente con los intercambios de información, también en España, como se ha visto con el caso de la familia Pujol o la trama Gürtel.
Con los acuerdos alcanzados en los últimos años, Andorra está obligada a dar datos de sus clientes en procedimientos abiertos en España. Del mismo modo, el país también ha llevado a cabo una serie de medidas económicas, entre las que destaca la implantación del Impuesto de Sociedades y del IRPF, que entró en vigor el 1 de enero y por la que deben tributar todas las personas físicas con residencia fiscal en el país, con salarios netos superiores a 24.000 euros. Cuando se aprobó la ley, el ejecutivo andorrano hizo mucho hincapié en la necesidad de continuar con el proceso de apertura económica, creando un impuesto homologable al de los países de la Unión Europea y la OCDE, que permitiría firmar convenios para evitar la doble imposición.
Una serie de medidas que también han impulsado la apertura al exterior de los bancos andorranos, en busca de nuevas oportunidades de negocio ante la perspectiva de pérdida de cliente o patrimonio por el recrudecimiento de la lucha contra los evasores fiscales.
Ahora, todas esas medidas pueden verse ‘tapadas’ por el escándalo de BPA, una entidad a la que ahora todos quieren ‘aislar’ para evitar un efecto contagio. Desde el propio Gobierno español se ha insistido en que, en el caso de Banco Madrid, cuya cúpula ya ha sido sustituida por el Banco de España, "el problema surge fundamentalmente por la adquisición, por parte de BPA del Banco Madrid", queriendo hacer una clara distinción entre ambas entidades que, sin embargo, no es tan evidente. Al fin y al cabo, los hermanos Cierco Noguer, propietarios de BPA, son miembros del consejo de Banco Madrid.
La gestora de la entidad ya está, de hecho, sufriendo las consecuencias del seísmo financiero provocado por BPA. Morningstar ha puesto bajo revisión el fondo Banco Madrid Ibérico Acciones, explicando que aunque la intervención del Banco de España en Banco Madrid no pone en peligro el dinero de los partícipes, necesitan evaluar si la situación impacta en la calidad de este producto a medio y largo plazo frente a sus competidores. Según sus cálculos, Banco Madrid Gestión de Activos habría sufrido la salida de 17 millones de euros el 11 de marzo.