El dato de crecimiento del cuarto trimestre fue, como poco, débil, mostrando un repunte del PIB del 0,7%, frente al 2% previo. Las condiciones financieras, añade el Departamento de Análisis de Bankinter, se han "endurecido recientemente como consecuencia de la volatilidad de los mercados de capital y los indicadores de actividad (ISM, pedidos de bienes duraderos…)" y, por ello, esperaba que el dato de creación de puestos de trabajo fuera "malo" (150.000 frente a los 190.000 esperados)
Y es que los datos recientes "ponen de manifiesto cierta desaceleración así que lo normal es que las empresas reaccionen retrasando su planes de inversión, máxime cuando los costes laborales crecen un +4,5% en el cuarto trimestre. En este entorno, la Fed debería seguir el ejemplo del Banco Central Europeo (BCE), el Banco de Japón (BoJ por sus siglas en inglés) y el Banco de Inglaterra (BoE)" y seguir dovish…
Pero, más allá de la lentitud del crecimiento, la fortaleza del dólar y el endurecimiento de las condiciones financieras, los analistas de Capital Economics nos instan a prestar atención a "la mayor amenaza a medio plazo para Estados Unidos: la falta crónica de aumentos en la productividad".
Un indicador que, en el cuarto trimestre, se contrajo con fuerza un 3% anualizado en el cuarto trimestre, y apenas escaló un 0,3% en el conjunto de 2015. Y, añaden, no es sólo "un problema temporal". Pues el promedio a cinco año se redujo a sólo el 0,5%, el dato más bajo desde principios de los 80 (el máximo alcanzado fue el 3% de la década de 2000).
"Recordemos que, a medio plazo, la mejora de la productividad es el factor determinante de las ganancias en los salarios reales", destacan. Aunque, reconocen que el mercado laboral lo está haciendo mejor de lo que debiera a tenor de este dato, "presumiblemente a expensas de los márgenes de las empresas y los beneficios".
En este contexto, explican, el problema adicional para la Fed es que "a pesar de que el crecimiento nominal del salario por hora es débil, los costes laborales unitarios aumentan, ya que las empresas se ven obligadas a emplear mucha más mano de obra para ampliar la producción". Por el momento, concluyen, las presiones deflacionarias derivadas de la continúa caída de las materias primas y el dólar al alza mantienen la inflación contenidas, pero, con el tiempo "este efecto se desvanecerá y, cuando lo haga, la actual tasa de costes laborales sugiere que los precios alcanzarán el objetivo del 2% de la Fed. En consecuencia, los mercados podría tener razón en su idea de que la autoridad monetaria se mantendrá un tiempo a la espera, pero los tipos no pueden seguir tan cerca de cero de forma indefinida", concluyen.
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