El experto descarta que la Fed decida subir tipos en la reunión de política monetaria que celebra el próximo 17 de junio, aunque advierte que "los riesgos de que se produzca en septiembre son probablemente más altos de lo que el mercado descuenta". En este entorno, explica que productos como los bonos indexados a la inflación pueden añadir un elemento de protección a una cartera multiactivos orientada a las rentas, "pero el lastre que pueden suponer para la generación de rentas significa que deben gestionarse cuidadosamente".
Del mismo modo, Philalithis explica que "una tendencia de fortaleza del dólar a más largo plazo tiene implicaciones claras para los inversores con exposiciones internacionales, donde los activos no denominados en dólares probablemente sigan experimentando dificultades". En este contexto, desde la gestora apuestan por la deuda emergente en divisa fuerte frente a la deuda emergente en divisa local.
El experto también menciona otro punto clave al que los inversores deberán estar atentos de aquí a final de año: los acontecimientos políticos y geopolíticos derivados de situaciones como el conflicto entre Rusia y Ucrania o las negociaciones sobre la deuda griega, así como los programas de reformas internas a largo plazo en diferentes regiones.
En este escenario, Philalithis se muestra optimista con los activos de crecimiento, especialmente en acciones que pagan dividendos a pesar de que en mayo cerraron por detrás del conjunto del mercado. "Por regiones bursátiles nos gusta Europa, donde los mercados siguen estando apoyados por el programa de relajación cuantitativa del BCE, la debilidad del euro y la brecha de rendimientos entre las acciones y los bonos, que es muy amplia desde una perspectiva histórica", indica el gestor.
Dentro de estos activos de crecimiento, apuntan a las infraestructuras como otra oportunidad de conseguir rentas estables indexadas a la inflación, "aunque nos mantenemos atentos a posibles señales de presiones en las valoraciones".
Su visión sobre los activos híbridos también es positiva, "ya que tanto los préstamos como los bonos de alto rendimiento ofrecen flujos de rentas aceptables ajustados por el riesgo". Según explica, las mejores oportunidades en este segmento se encuentran actualmente en Asia y EEUU.
En el otro lado de la balanza, Philalithis recomienda máxima prudencia con los activos de rentas tradicionales, como la deuda pública o los bonos de alta calidad crediticia y los activos monetarios, que siguen ofreciendo rendimientos bajos. "Aunque estos activos pueden ser útiles a la hora de brindar un elemento de protección frente al riesgo de caídas en una cartera multiactivos, creemos que en estos momentos no son atractivos para los inversores que buscan rentas", explica.
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