Muchas operaciones se han desarrollado desde que el Banco Santander se fundara en 1857 en Cantabria, y solo operara en aquella región, hasta hoy cuando se ha convertido en un grupo internacional con casi 14.000 sucursales en el mundo. La semilla de esta gran expansión se encuentra en 1999 cuando se fusionaron el Banco Santander […]
Dirigentes Digital
| 10 sep 2014
Muchas operaciones se han desarrollado desde que el Banco Santander se fundara en 1857 en Cantabria, y solo operara en aquella región, hasta hoy cuando se ha convertido en un grupo internacional con casi 14.000 sucursales en el mundo. La semilla de esta gran expansión se encuentra en 1999 cuando se fusionaron el Banco Santander y el Banco Central Hispano (que a su vez provenía de una fusión anterior entre el banco Central y el Hispanoamericano).
La fusión entre los dos bancos fue calificada por el propio Emilio Botín como una operación "entre iguales" que llevaría a crear un "banco líder". Una operación que se gestó en silencio y según cuentan las crónicas del momento en un tiempo récord: una semana. En el momento de la unión, la entidad resultante iba a mover 29 billones de pesetas (170 millones de euros), que en 1999 suponía una cifra mayor a la suma del presupuesto del Estado más la Seguridad Social, y en términos de clientes suponía pasar a gestionar a más de diez millones, una cuarta parte de la población española. La entidad resultante nacía además con dos copresidentes: Emilio Botín y José María Amusategui. Una bicefalia que se mantuvo hasta la jubilación de este último.
Si el banco Santander había nacido a finales del siglo XIX, el Central lo había hecho en 1919 fruto de una unión de ocho bancos. Una búsqueda del crecimiento que le llevó a seguir comprando entidades hasta convertirse en uno de los grandes bancos privados de la década de los 80.
Tras la supuesta operación "entre iguales" como la calificaba Botín, el movimiento finalmente acabó deviniendo en una preponderancia del Santander lo que se vio, por ejemplo, en la evolución de la marca corporativa del grupo. Así aunque la nueva entidad pasó de denominarse BSCH (Banco Santander Central Hispano), en 2007 ya tomó la denominación actual de Banco Santander.
Operaciones internacionales
En un entorno marcado por la creación de la zona euro y con el objetivo de competir con la gran banca mundial, el Santander comenzó a realizar operaciones para seguir con su crecimiento y aumentar su negocio. Europa y Latinoamérica han sido sus principales zonas de actuación.
Con la meta de crecer en la región latinoamericana, a partir del año 2000 se realizaron varias adquisiciones de bancos como el grupo Serfín en México, Banespa en Brasil o el Banco Santiago en Chile. Un crecimiento que continuó con la compra del holandés ABN Amor junto con Royal Bank of Scotland y Fortis, fruto de esta operación al Santander le fue adjudicado el Banco Real en Brasil.
En Europa, el Santander también quiso incrementar su presencia. De esta forma en septiembre de 2004, el Santander adquirió el banco británico Abbey National, sexta entidad de Reino Unido. En 2008, Santander siguió haciendo adquisiciones en un mercado considerado por el grupo como estratégico. Así se incorporaron Alliance & Leicester y Bradford & Bingley, con lo que Santander alcanzó la cifra de 1.300 oficinas en el país y se convirtió en el tercer banco de Reino Unido por depósitos.
Otros países europeos donde Santander ha aumentado su presencia han sido Polonia o Alemania. En 2011, se incorpora el negocio de banca comercial del grupo escandinavo SEB en Alemania, a través de Santander Consumer AG. En ese mismo ejercicio adquiere el banco polaco Bank Zachodni WBK. A comienzos de 2013, la filial polaca del Santander se fusiona con Kredyt Bank y Zachodni se convierte en el tercer banco polaco por oficinas, depósitos y créditos.
En el mercado estadounidense, el Santander realizó su primer movimiento de ficha en 2005 cuando llegó a un acuerdo para la toma de participación del 19,8% en Sovereign Bancorp, banco número 18 de los Estados Unidos. La entrada en la banca comercial del país se produjo en 2010 cuando adquiere el Sovereign, que cambió de nombre en 2013 para pasar a operar con la marca Santander.
Compra y absorción de Banesto
En 1994, se produjo la adquisición del Banco Español de Crédito (Banesto) que se encontraba intervenido por el Banco de España tras haberse descubierto un agujero en sus cuentas y haber sido destituido todo su consejo de administración al frente del cual se encontraba Mario Conde. La oferta del Santander superó la de otras entidades que también pujaban por Banesto, como fue el caso de BBV.
En 2013, Banesto y Banif se integraron en Santander. Esto supuso que Banesto dejara de cotizar dentro del selectivo español y se uniera a todos los efectos dentro de las cuentas del Santander. Además, la identidad corporativa de Banesto desapareció para terminar operando las oficinas con la marca de Santander. Esta proceso supuso un plan de reestructuración tanto a nivel de empleados como de oficinas.