Yo fui becaria de Victoria Vigón

Según ha informado a través de su página web el Comité de Empresas de trabajadores de Castilla La Mancha Televisión, la Inspección de Trabajo que se estaba realizando en la cadena se ha saldado con una sanción a RTVCM con una falta muy grave por el comportamiento de la Directora de los Servicios Informativos, Victoria Vigón. Los hechos denunciados por los propios trabajadores del medio de comunicación revelan, según la Inspección, "una situación que se ha vivido de forma continuada en la empresa y que suponen un trato indigno, intolerable y que no debe soportar ningún ser humano".

Según refleja la resolución, se ha producido "una conducta totalmente omisiva por parte de la empresa que, con su inacción, ha venido ratificando y refrendando un proceder no sostenible por uno de sus principales directivos". "Se ha verificado un trato degradante, vejatorio y que atenta a la dignidad de las personas en su medio laboral".

Esta resolución (disponible en la página web del Comité) recoge la transcripción de una serie de grabaciones de audio, que además de ser la prueba definitiva de las constantes faltas de respeto, demuestran claramente la falta de compañerismo, humildad y talante de Victoria Vigón. En estas aparecen por ejemplo, amenazas y exigencias: "No llega este sinvergüenza. Y yo le mato. ¡Te juro que le mato! Le mato, te lo juro, salgo de aquí y le mato, le despellejo, ¡con mis manos! Cagüen…"; "¿Dónde estáis, en la puta parra? Y que suban a quitarme brillos, que estoy sudando la gota gorda hoy, por favor. Joder, ¿dónde está la cabeza de la gente?".

Como era de esperar, la responsable de Informativos no dio su consentimiento para el registro de esos audios, aunque sus expresiones se pronunciaron en el entorno de trabajo de la cadena, delante de su equipo, en las pausas de la conducción del noticiario de las 14.00 horas.

Durante nueve meses, fui becaria en Castilla la Mancha televisión. Una experiencia sin duda inolvidable para una estudiante de periodismo en ciernes. Mi experiencia, sin embargo, siempre estuvo ‘manchada’ por la sombra de Victoria Vigón. Mientras el resto de compañeros (periodistas reputados y profesionales) me prestaba su ayuda a diario para crecer personal y profesionalmente, de parte de Vigón, tanto yo como el resto de becarios, sólo recibíamos indiferencia y en ocasiones, cierto desprecio. Para ella, invertir minutos en nosotros era una total y absoluta pérdida de tiempo, sólo por ser "simples becarios".

Los gritos, malas caras y peores formas eran prácticamente "nuestro pan de cada día", y cuando Victoria entraba en ‘la pecera’ (plató del informativo) cualquier cosa podía pasar. A veces, no tenía claro si sus "eres gilipollas", o "esta gente es imbécil" eran leyendas de redacción. Tras escuchar los audios y leer la sentencia, tengo claro que no.

Vigón faltaba el respeto a todo el mundo, igual no siempre con un insulto, pero sí con su indiferencia o ironía. Además, había días que podíamos pasar toda la jornada de trabajo cambiando una y otra vez el mismo texto porque a ella no le convencía o como me dijo una vez, porque era "demasiado lioso para leerlo en directo." A lo que añadió:" Niña, ¿quieres que me equivoque?". Como supondrán esa mañana le repetí una y otra vez que "por supuesto que no", pero dentro de mí, no estaba tan segura de la respuesta.

Es inadmisible que esta y otras actitudes parecidas lleven años ‘permitiéndose’ en CMT (yo trabajé allí en 2012), porque aunque el trato vejatorio no debe permitirse en ninguna empresa, es importante recordar que Castilla-La Mancha Televisión es un medio de comunicación público, mantenido y subvencionado con los impuestos de los castellanomanchegos.

Por desgracia, nada pilla a estos ciudadanos por sorpresa, ya que como ya informó DIRIGENTES, los despidos irregulares, la caída estrepitosa de audiencia, o el derroche económico son, entre otras muchas cosas, practicas habituales en Radio Televisión Castilla-La Mancha, desde que Nacho Villa tomó las riendas del ente y lo convirtió, en lo que es para muchos, un medio propagandístico.