El conflicto en Crimea o el ruido de sables en el Mar del Sur, señala, Burkhard Varnholt, director de inversiones del banco privado suizo Julius Baer, no eran de esperar. Y, desafortunadamente, "estas tensiones es poco probable que sean las últimas. La geopolítica continuará creando retos (y oportunidades) significativos para emisores e inversores financieros".
También ha sido "asombroso" el "espectacular colapso del crudo, por su velocidad y magnitud", señala. Si este desplome "será un beneficio o un lastre para el crecimiento mundial va a ser la gran sorpresa de 2015".
Lo que sí tiene claro este experto es quienes serán los "ganadores": los "bolsillos" de los consumidores de los países industrializados que se verán beneficiados de un "viento de cola" inesperado. Ahora bien, en 2015, un año en el que el mejor activo será "la renta variable, simple y llanamente", no sólo gigantes como EEUU tirarán de la economía mundial.
El director de inversiones de Julius Baer espera ver crecimientos abultados en emergentes, en concreto en países como China e India y regiones de África, que "sigue siendo el ganador silencioso de la globalización. La mayoría del continente seguirá mostrando las tasas de crecimiento más altas del mundo, aunque parte de unos niveles mucho menores, lo que explica que la evolución de África no importe tanto al mundo como debería, teniendo en cuenta sus impresionantes dinámicas", asegura.
Finalmente, reitera que las principales incógnitas o riesgos para 2015 serán la geopolítica, las epidemias y los temores que despierten las mismas, los experimentos de política monetaria y económica, la devaluación competitiva de la divisas. "La histeria y el ‘instinto de rebaño’ en los mercados financieros, combinados con los medios, exacerbarán tales ciclos", concluye.
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