Mientras aún sufrimos los efectos de la recesión y sus recortes, el pontífice ha sabido dar una lección de humildad y sencillez a la hora de transformar el tejido empresarial. Estas lecciones han inspirado a Jeffrey Krames, original de Chicago, para escribir un libro que recoge las enseñanzas del pontífice en terreno empresarial. Bajo el […]
Dirigentes Digital
| 19 dic 2014
Mientras aún sufrimos los efectos de la recesión y sus recortes, el pontífice ha sabido dar una lección de humildad y sencillez a la hora de transformar el tejido empresarial. Estas lecciones han inspirado a Jeffrey Krames, original de Chicago, para escribir un libro que recoge las enseñanzas del pontífice en terreno empresarial.
Bajo el título Lead with Humility: 12 Leadership Lessons from Pope Francis (Liderar con el ejemplo: Doce lecciones de liderazgo del Papa Francisco), Krames resume los principios que han llevado al pontífice a ser un referente.
Humildad
Durante una homilía, el Papa Francisco señalaba que "el sacerdote es el más pobre de los hombres". Este principio es una de las señas de identidad de Jorge Mario Bergoglio. Y es que el propio pontífice ha señalado en múltiples ocasiones que la humildad es una de las cualidades más importantes en un líder.
En una entrevista a The Wall Street Journal (WSJ), Jeffrey Krames remarcó que "hay bastante margen para que los presidentes ejecutivos crezcan en humildad". Así lo plasma en su libro, donde señala los ejemplos de CEOs como Meg Whitman, expresidente de eBay y ahora entre las filas de Hewlett-Packard, o el de Michelle Peluso, directora de moda en Gilt Group. Ambas directivas abandonaron sus despachos ejecutivos para compartir espacio de trabajo con sus compañeros.
"Primero las personas"
Otro de los lemas del Papa Francisco es "primero las personas, y todo lo demás viene después". Krames, tal y como apunta The Wall Street Journal, también recoge en su libro que la carrera del Papa ha sido redirigir a los católicos fieles a las verdades de su fe y a servir a la gente. Es por ello que el pontífice se ha mostrado sensible a todos los problemas que hoy en día preocupan a la sociedad, mostrándose cercano y al tanto de la realidad.
En su primera hoja de ruta, Evangelii gaudium (La alegría del Evangelio), el pontífice señaló que "la economía de la exclusión y la inequidad mata" en relación con la tiranía del sistema económico. En ese mismo documento, Bergoglio apuntaba que "no compartir con los pobres los propios bienes es robarles y quitarles la vida. No son nuestros los bienes que tenemos, sino suyos".
El propio Papa se ha mostrado muy preocupado por problemas sociales y económicos como la alta tasa de desempleo: "el índice de paro de los jóvenes que en algunos países supera el 50%. Es una barbaridad"
Salir a la calle
En este sentido, el pontífice ya señaló que "la Iglesia debe salir a las calles, buscar a la gente, ir a las casas, visitar a las familias, ir a las periferias. No ser una iglesia que sólo recibe, sino que ofrece". Krames reitera que el Papa "no quiere burócratas" si no empresarios que conozcan el mundo real y a sus clientes.
Superar los obstáculos
La última lección que señala Krames es el afán de Jorge Mario Bergoglio de afrontar los obstáculos y los errores que se comenten. Sobre este punto, el Papa ha sido el mayor ejemplo al abordar con sinceridad los fallos que ha tenido la Iglesia y pedir perdón.
Un mensaje a políticos y financieros
Entre sus primeros documentos, el Papa no se olvidó de lanzar un mensaje al sistema político y financiero. "Mientras las ganancias de unos pocos crecen exponencialmente, las de la mayoría se quedan cada vez más lejos del bienestar de esa minoría feliz. Este desequilibrio proviene de ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera. De ahí que nieguen el derecho de control de los Estados".
Líder de líderes
Su buen hacer y diplomacia han servido para el deshielo de relaciones tan tensas como la de Cuba y Estados Unidos. Tanto Raúl Castro como Barack Obama agradecieron la labor del pontífice señalando que "la suya es una voz que el mundo debe escuchar". Y es que detrás de la caída del telón de acero del Caribe está la mano del Papa Francisco. Desde el pasado mes de marzo, cuando el pontífice se reunió con Obama, las relaciones entre los dos países americanos se suavizaron. Además, Bergoglio también ha mediado en conflictos como el de Oriente Próximo o el cierre de Guantánamo.