A día de hoy nadie lo sabe, por lo menos ni el "Equipo MR" responsable del Social Media del PP, ni Twitter España ni Twitter Irlanda, han dado una explicación convincente. Porque estos followers entraron como elefante en cacharrería, haciéndose notar más que Manolo el del Bombo en un entierro, y han sembrado un mar […]
Dirigentes Digital
| 11 sep 2014
A día de hoy nadie lo sabe, por lo menos ni el "Equipo MR" responsable del Social Media del PP, ni Twitter España ni Twitter Irlanda, han dado una explicación convincente. Porque estos followers entraron como elefante en cacharrería, haciéndose notar más que Manolo el del Bombo en un entierro, y han sembrado un mar de dudas que se extiende ahora al resto de cuentas de otros partidos políticos, marcas comerciales y celebrities de todo pelaje.
Si se decía que Aznar hablaba catalán en la intimidad, Rajoy debe dominar la lengua árabe en sus tuits de 140 palabras, pues la inmensa mayoría del último contingente tenían esta procedencia: miles de seguidores añadidos en bloque, alianza de civilizaciones descritos con su alifato y sus turbantes; eso los que tenían foto, porque esa es la otra, el perfil de esta avalancha era muy bajo: usuarios sin actividad, con apenas una decena de entradas los que más, la inmensa mayoría con la vacía imagen del huevo frito que sale por defecto, y otras sacadas sin disimular de galerías de imágenes, sin biografía pública… Morralla al peso de los de a 300$ los 50K.
Y es que si este mundo "de la gente real" ya es bastante competitivo, en el virtual encima está todo medido y requetemedido. Y 59.447 seguidores así de repente no se les escapa a los ojeadores del partido de Podemos, que escrutan todos los días el Google Analytics y demás medidores de su actividad on-line, incluso la de sus adversarios políticos, y que fueron los que más hicieron notar este curioso incremento. Sí, precisamente y una vez más, los de Podemos en el punto de mira y en la agenda del día, lo cual pone más en entredicho la excusa del propio equipo de redes sociales del PP, que dice que se enteraron por la prensa y que se debe atribuir todo a un ataque troleo de mala fe para desprestigiar la imagen de Rajoy. Suspicacias aparte, hay quien incluso cree que al friki de turno le pudo el ansia, y sin consultar ni nada con los community managers y e-marketers de la cuenta, nervioso de ver cómo la curva de seguidores de Pablo Iglesias se acercaba rápidamente a la de su líder en el último mes, a sólo 32.000 personas de diferencia, deseoso de coronarse la armó marimorena.
"Soy presidente del Gobierno de España y presidente del PP. Bienvenidos a mi Twitter, donde me acompaña mi equipo", es el saludo de @marianorajoy. Hay que reconocer que los tuits del presidente son muy poco sexy… Que si la apertura del curso político en el castillo de Sotomayor (#Soutomaior), si acaso la inesperada medalla de oro en bádminton (#copenhagen2014) y las vueltas a las cifras del paro de agosto (#DatoPositivo)… y cuando lo más chic es la cumbre de la OTAN en Gales (#NATOSummitUK), va y sale de repente en plan mofa en la mayoría de las tertulias televisivas y los corrillos digitales la extraña maniobra de reconquista de los 60.000 sarracenos, obligando a sacar el hashtag #NoBots… y poco más hasta la fecha: Que el asunto está en manos de Twitter Irlanda, que Twitter España no comenta información particular de ninguna cuenta, y el bla bla bla de Soraya Sáenz de Santamaría saliendo al paso en la rueda de prensa tras el Consejo de ministros del viernes, defendiendo que el Equipo de CM "es ajeno a esta circunstancia y víctima de una extraña campaña".
Pero las reglas de Twitter, que en esto tiene bastante que decir desoyendo las continuas quejas de usuarios y publicistas por la débil barrera de seguridad exigible para manejar las cuentas, son bien claras: sólo de admiten followers reales, y Rajoy se puede estar jugando la continuidad de su cuenta, y eso sí sería un gran bombazo. Sin embargo, cualquiera puede endosar a una cuenta ajena una política de SEO/SEM chapucera sin siquiera tener la clave. Hay sitios en la web que ofrecen diversas tarifas, desde 10 euros por cada mil contactos "de garrafón", hasta 300 euros por cada 5.000 "pata negra".
Quizá sea pronto para ver las repercusiones, pero lo cierto es que hasta en el telediario del domingo por la tarde de Cuatro todavía era tema de comentario con la coña de los seguidores zombis, y el mismo lunes la Sexta anunciaba que finalmente Pablo Iglesias aventajaba por 2.000 seguidores a Mariano Rajoy. Y es que es una práctica más habitual de lo que se cree, e igual que en Internet puedes encontrar el manual de cómo fabricar una bomba atómica, de igual manera están los pasos a seguir para anabolizar con esteroides tu cuenta de Twitter y obtener 900 clones comprados para engordar las estadísticas por sólo 5 dólares, o 5.000 visualizaciones de un vídeo si se prefiere. A Pedro Sánchez dicen que ya le habría pasado lo mismo, pero con menos repercusión, pobrecitos, los de PSOE están fuera de toda "agenda" hasta para esto.