Al milímetro. Así se leen desde hace meses cada palabra de todos los discursos de la Fed. Hasta tal punto que un solo término, paciencia, puede determinar el devenir de los mercados financieros en las próximas semanas. Su retirada dejaría sin duda la puerta abierta a una primera subida de tipos en verano. Las voces […]
Dirigentes Digital
| 17 mar 2015
Al milímetro. Así se leen desde hace meses cada palabra de todos los discursos de la Fed. Hasta tal punto que un solo término, paciencia, puede determinar el devenir de los mercados financieros en las próximas semanas. Su retirada dejaría sin duda la puerta abierta a una primera subida de tipos en verano.
Las voces discordantes con la política monetaria estadounidense son cada vez mayores. El último en sumarse a la tendencia era la pasada semana James Bullard, presidente de la Reserva Federal de San Luis, que volvía a recordar que el organismo central ya va retrasado en el proceso de ajuste, con las actuales condiciones económicas no justificando por más tiempo mantener los tipos de interés al 0%. Aunque este año no tiene voto en el Comité de Mercado Avbierto (FOMC), en su opinión, la Fed debe moverse pronto, con el objetivo de estar correctamente posicionada mientras la economía sigue evolucionando.
"La verdad es que se hace difícil pensar en alzas de tipos por parte de la Fed, las primeras desde 2006, en un momento en que la mayoría de los bancos centrales del mundo está adoptando nuevas medidas acomodaticias, que su inflación sigue siendo baja (PCE subyacente en 1,3% vs 1,5% en verano y 2% objetivo) y que el dólar se ha apreciado fuertemente (+25% contra el euro desde marzo 2013)", recuerdan desde el Departamento de Análisis de Bankinter.
Sin embargo, coinciden en que lo más probable, y atendiendo a las últimas declaraciones de miembros del FOMC como Fischer, Williams o Bullard, "es que retiren la palabra paciente o la reemplacen por otra menos suave".
A su juicio, esto provocaría un pequeño terremoto en los mercados: "los bonos volverían a caer como ya hicieron el viernes de la publicación de los payrolls (su TIR se disparó 15 puntos básicos hasta el 2,25%), las bolsas sufrirían y el euro/dólar recibiría la puntilla". Sin embargo, los inversores contarán esta vez con la aparición de Yellen en rueda de prensa, donde la presidenta podrá matizar el mensaje del organismo para calmar al mercado.
Los analistas de Deutsche Bank también consideran que la Fed podría eliminar totalmente del comunicado la frase: "en base a la situación económica actual, el Comité cree que puede ser paciente a la hora de normalizar la política monetaria". Y en este sentido, y para evitar el negativo impacto inicial que esto supondría, Yellen matizaría sus palabras. A juicio de los expertos, tiene motivos para hacerlo. Para empezar, y a excepción del empleo, los últimos indicadores están siendo peores de lo esperado, por lo que no hay prisa por subir tipos. Además, "la supresión de la palabra paciente no implica subidas de tipos necesariamente en las dos reuniones siguientes".
A nadie se le escapa tampoco el impacto de la fortaleza del dólar sobre la economía y sobre la política monetaria. Aunque los expertos descartan que, al menos en el comunicado, se haga alusión al billete verde, aunque varios miembros del organismo ya han asegurado que el dólar está haciendo en parte el trabajo a la Fed, enfriando la economía y las potenciales presiones inflacionistas.
Para José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, "sólo cuando la Fed tenga pocas dudas sobre la solidez de la recuperación y advierta de los riesgos para la inflación, se iniciará realmente la escalada de los tipos de interés". La pregunta ahora es, ¿hasta qué nivel? "Lo veremos con el tiempo, aunque parece más que probable que el techo en los tipos pueda estar más cerca del 2,5-3,0 % que del 3,5-4,0% que ha sido coherente desde una perspectiva de largo plazo". E insiste: "cuando la Fed hable de la subordinación a los datos económicos sin duda estará pensando en el slack económico".
Respecto a la reacción en el mercado, y profundizando en el comportamiento de las bolsas, los expertos de Bankinter recuerdan que en los anteriores ciclos de subidas de tipos (1994, 1999 y 2004) la renta variable no se comportó mal. "Sí registró caídas en los tres primeros meses tras el inicio del ciclo de alzas pero en los trimestres siguientes se recuperó y anotó ganancias netas. Al fin y al cabo, la normalización de la política monetaria supone una confirmación de la fortaleza de la economía americana", aseguran.