El agresor ha sido expulsado de las dependencia policiales y abatido a tiros. El hombre llevaba adherido a su cuerpo un chaleco de explosivosy había irrumpido en la comisaría al grito de ¡Alá es grande!, según ha informado el ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve.
La Policía francesa ha recomendado a los vecinos de la zona que cierren las ventanas y ha alertado de que es peligroso asomarse a los balcones.
En las primeras imágenes del suceso se puede observar como un robot que utilizan los artificieros estaba explorando el cuerpo tendido del fallecido. El hombre portaba un cuchillo y, bajo su abrigo, llevaba un bolso alrededor del torso con unos cables colgando de él, pero el "aparato no contenía explosivos", según ha asegurado una fuente judicial a la agencia France Presse.
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