"La transición de China hacia un ritmo más moderado de crecimiento, si bien en general se corresponde con lo previsto, parece tener repercusiones transfronterizas más importantes de lo previamente estimado, lo cual se refleja en una bajada de los precios de las materias primas y de los mercados bursátiles", subraya el informe previo para la cumbre del G20. De […]
Dirigentes Digital
| 03 sep 2015
"La transición de China hacia un ritmo más moderado de crecimiento, si bien en general se corresponde con lo previsto, parece tener repercusiones transfronterizas más importantes de lo previamente estimado, lo cual se refleja en una bajada de los precios de las materias primas y de los mercados bursátiles", subraya el informe previo para la cumbre del G20.
De hecho, la directora gerente del organismo, Christine Lagarde, ya advirtió hace unos días del riesgo que suponía el parón económico del gigante asiático, en una conferencia Yakarta. Las fluctuaciones recientes de los mercados financieros demuestran cómo de rápido y hasta qué punto pueden propagarse los riesgos y la necesidad de que las economías del todo el mundo se tienen que preparar para este tipo de situaciones.
El informe publicado hoy por el Fondo insiste en la idea que el frenazo de la economía china y otros riesgos bajistas pueden minar el crecimiento global si las mayores economías no llevan a cabo una respuesta "coordinada". "Son riesgos que apuntan a la baja, y si algunos se diesen de forma simultánea, podrían suponer una perspectiva mucho más débil. Se requiere una acción política conjunta y fuerte para aumentar el crecimiento y mitigar los riesgos", indica el FMI.
El FMI señala que el crecimiento interanual en el primer semestre es más lento y refleja "una ralentización en los países emergentes y un impulso más débil en las economías avanzadas". Para este año, prevé un crecimiento global del 3,3%, mientras que pronostica crecimientos superiores a los de 2014 para EEUU y la eurozona y un crecimiento casi un punto inferior para China.
Hoy también el BCE ha recortado sus previsiones de crecimiento para la zona euro. En concreto, sitúa el PIB para finales de 2015 al 1,4%, al 1,7% en 2016 y al 1,8% en 2017. El presidente del banco no ha entrado a valorar si serán duraderos o transitorios los efectos de la crisis china en las recientes turbulencias en los mercados financieros y de materias primas en los precios.