La entrada Gonvarri, filial de Gestamp, en capital de Abengoa inyectando 250 millones a la compañía abría el camino para llevar a buen puerto la ampliación de capital de 400 millones anunciada en verano. Gonvarri comprometía otro cien millones después de ejecutar la ampliación. Pero Gonvarri condicionaba su entrada a que la banca concediera a […]
Dirigentes Digital
| 19 nov 2015
La entrada Gonvarri, filial de Gestamp, en capital de Abengoa inyectando 250 millones a la compañía abría el camino para llevar a buen puerto la ampliación de capital de 400 millones anunciada en verano. Gonvarri comprometía otro cien millones después de ejecutar la ampliación. Pero Gonvarri condicionaba su entrada a que la banca concediera a Abengoa 1.500 millones de euros de nueva financiación. Y aquí es donde se ha plantado la banca acreedora.
Ninguna de las entidades está dispuesta a prestar más dinero a Abengoa sin conocer los planes de industriales de la filial de Gestamp. El problema de fondo es que realmente no se sabe las necesidades de financiación de la compañía. Hace unos días, cuando la compañía presentó los resultados con pérdidas de 194 millones, el auditor, Deloitte, expresaba dudas significativas "sobre la capacidad de la sociedad para continuar como empresa en funcionamiento" y enumera factores de riesgo sobre la compañía como que alientan los resultados negativos de las operaciones hasta el 30 de septiembre, la evolución negativa del valor en Bolsa, y problemas para acceder tanto a los mercados de deuda como a las renovaciones de algunas líneas de circulante. A la vez subrayaba que la compañía puede mantener su viabilidad gracias al acuerdo con Gonvarri y a su última ampliación de capital.
Ante el alejamiento de posturas entre la banca y el nuevo socio. KPMG ha entregado un informe a las partes para intentar un acuerdo con tres escenarios posibles. Por un lado, plantea elevar la venta de activos de Abengoa, algo que rechazaría Gonvarri por ir contra sus intereses. El otro sería la propuesta del nuevo socio, en la que la banca facilitaría la refinanciación de 1.500 millones. Y hay un escenario intermedio en el que las desinversiones ascenderían 2.000 millones y la banca pondría 1.000 millones, según un informe de los analistas de Sabadell.
Los expertos recuerdan que la compañía anunció después de presentar los resultados semestrales que tiene en marcha un conjunto de mediadas estratégicas para atajar su endeudamiento y reforzar su liquidez, como incrementar el programa de desinversiones de activos, de 500 millones de euros a 1.200 millones de euros, limitar las inversiones a 50 millones de euros al año y eliminar el dividendo hasta que Abengoa alcance un rating de "BB-" por S&P o "Ba3" por Moody’s, o el ratio de apalancamiento de deuda bruta corporative (incluyendo la deuda en proceso de ser sin recurso) sobre el EBITDA corporativo sea inferior a 3,5 veces.