El acuerdo ha sido bautizado como el "acuerdo de la vergüenza". El próximo jueves el Consejo Europeo debe ratificar la expulsión de todos los refugiados que entren en Grecia a suelo turco. El principio de acuerdo pactado entre Bruselas y el Gobierno turco ha levantado una fuerte polémica a nivel internacional y nacional. En España, todos los partidos políticos se han opuesto a la medida, exceptuando al PP, y han pedido a Mariano Rajoy, presidente en funciones, que acuda al Congreso para debatir una postura común que sería defendida en los próximos días.
El Gobierno en funciones ha girado su posición. En principio, Rajoy defendió y dio el visto bueno a todos los términos del acuerdo, pero hoy el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha anunciado que España lo vetará si no cambia las condiciones. "Al Gobierno español le parece inaceptable porque es contrario a la legalidad internacional y hay que corregir algunos puntos", ha apuntado.
"España sólo aceptaría en negro sobre blanco un acuerdo que sea coherente y obediente a la legalidad internacional y extraordinariamente respetuoso con los derechos humanos de los que tienen que huir de sus países", ha defendido Margallo, que se opone frontalmente a las expulsiones colectivas de refugiados.
hemeroteca
