Estados Unidos ha confirmado la acción de Estado Islámico (EI) y pidió la liberación. "El último ataque contra una minoría religiosa es sólo una prueba más de su tratamiento brutal e inhumano a todos aquellos que no están de acuerdo con sus objetivos divisivos y creencias tóxicas", dijo la portavoz del Gobierno en un comunicado.
El Departamento de Estado dijo que cientos de personas permanecen atrapadas en aldeas rodeadas por los combatientes del Estado Islámico, en medio de la violencia que ha desplazado a más de 3.000 personas.
Reuters confirmó el secuestro a través del Consejo Nacional de Siria y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. El ataque yihadista comenzó a principio de semana con el incendio de la iglesia católica de Tal Hermez para exigir a los peshmerga que liberen a los yihadistas que tienen prisioneros.
Según la agencia siria Sana, el ataque se inició a las primeras horas del lunes con la irrupción en una villa cercana a Tell Tamer, en el área de Al-Hasakah, donde vive una minoría asiria-caldea-siriaca. Las mujeres y los niños fueron reunidos en una zona de la villa mientras los hombres fueron llevados a las montañas de Abd al-Aziz.
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